Qué es el calzado barefoot para niños y cuáles son sus beneficios

Barefoot es un tipo de calzado que también es compatible con los pies de la infancia. Te contamos qué es y cuáles son características.
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El calzado barefoot está de moda también entre los niños. Según explica Calzado Barefoot, este tipo de calzado se define también como “minimalista, respetuoso y zero drop”. Te contamos sus características, sus beneficios y cuándo se desaconseja su uso.

Este tipo de calzado, apunta la citada fuente, “es un tipo de calzado respetuoso que imita la sensación de caminar descalzo, proporcionando una experiencia de amortiguación y soporte mínimos”. Según el equipo de la clínica podológica M.O., están diseñados este tipo de zapatos “para proporcionar una experiencia más natural y permitir que los pies se muevan de manera más libre y flexible, como si estuvieras descalzo”.

Para ello, su diseño incluye, generalmente, “una suela delgada y flexible que permite que los pies se flexionen y se adapten al terreno de manera más natural”, y “también suelen tener una puntera más ancha para permitir que los dedos se extiendan y se agarren al suelo de manera más eficiente”, agregan desde la clínica de podología.

De esta forma, su objetivo final es “promover una marcha y una postura más natural, así como fortalecer los músculos de los pies y las piernas”, aseguran desde M.O

Diferencias con el calzado tradicional

A diferencia de los zapatos tradicionales, el calzado barefoot tiene un talón bajo, sin tanta amortiguación, y permiten, según Calzado Barefoot, que los pies trabajen de manera natural, sin restricciones.

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Según la Clínica Podológica M.O., además de las suelas finas y de las punteras amplias, con espacio para que los dedos se muevan y expandan en la pisada, destaca de su diseño la suela completamente plana, de ahí el concepto de “zero drop”. Esto hace que no tenga elementos que eleven el arco plantar.

Además, están fabricados generalmente con materiales más flexibles “que permiten que el zapato se sujete al pie como si de un guante se tratara, acompañando el zapato en todo movimiento al pie”, apuntan desde M.O., y no tienen refuerzos ni contrafuertes en talón, tobillo y puntera.

Beneficios del calzado barefoot

Los especialistas en distribución y venta de este tipo de zapatos como Calzado Barefoot destaca de él que consiguen que los pies estén más cerca del suelo y trabajen mejor los músculos y que “su uso está asociado a la mejora del equilibrio, debido a que recibes información directa de la posición y el movimiento de acuerdo al suelo en el que estés pisando”.

También aseguran que ayudan a reducir el riesgo de lesiones en rodillas y tobillos al correr, y que “mejora considerablemente lesiones o deformaciones causadas por el uso del calzado convencional y la postura de todo el cuerpo”.

Pero a nivel clínico, la voz de un equipo experto en podología está más autorizada para hablar de beneficios. Según M.O., la mejora de la postura y el fortalecimiento muscular sí están entre la lista de beneficios del calzado barefoot.

Niña poniéndose los zapatos - Getty Images

Además, añade algunos más a la lista de beneficios. Son los siguientes: “mayor sensación de conexión con el suelo, reducción de lesiones al promover una marcha más natural y una postura mejorada, alineación de los dedos, mayor movilidad y flexibilidad y mejora del equilibrio y de la propiocepción, que es la capacidad del cuerpo para percibir su posición en el espacio”. Esta impacta de llena en la coordinación y la estabilidad del cuerpo, en este caso de los niños.

No siempre está indicado

El calzado barefoot, tanto en la infancia como en la edad adulta, no siempre está indicado. El equipo de la Clínica Podológica M.O. establece en qué caso es mejor no utilizarlos:

  • Lesiones previas o debilidades: “las personas que han tenido lesiones en los pies, tobillos o piernas, o que tienen debilidades musculares preexistentes en estas áreas, pueden ser más propensas a sufrir lesiones adicionales al utilizar calzado barefoot”, señala.
  • Pies planos o problemas de arco: las personas con estas características de sus pies “pueden no sentirse cómodas o pueden experimentar molestias al usar calzado barefoot, ya que este tipo de zapatos no proporciona el soporte de arco que algunos necesitan”, apuntan desde M.O.
  • Superficies duras y ásperas: “caminar o correr descalzo o con zapatos minimalistas en superficies duras y ásperas, como pavimento caliente o superficies con objetos afilados, puede aumentar el riesgo de lesiones en los pies”, advierten desde la clínica.
  • Falta de adaptación: es recomendable, según los expertos, realizar el cambio al zapato barefoot de forma gradual porque “realizar una transición abrupta a calzado barefoot sin una adaptación adecuada puede aumentar el riesgo de lesiones”, afirman desde M.O.
  • Actividades específicas: el calzado barefoot es desaconsejable para actividades “como deportes de contacto o actividades que requieran una protección extra para los pies, como senderismo en terrenos rocosos”, recalcan desde el centro de podología.
  • Condiciones médicas específicas: “algunas condiciones médicas, como la diabetes (pie diabético) y la neuropatía, pueden afectar la sensibilidad en los pies y aumentar el riesgo de lesiones al usar calzado minimalista”, señalan desde M.O.
  • Entorno y clima: también se desaconseja “en climas fríos o en entornos donde los pies están expuestos a condiciones adversas” porque no es “práctico ni seguro”.

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