Quizá has oído hablar alguna vez de la existencia de piojos en las pestañas y otras partes del cuerpo con vello que no son la cabeza. ¿Pueden aparecer piojos en los niños fuera de la cabeza? Resolvemos esta curiosa duda que, además, tiene un componente trascendental a nivel médico.
Si tienes peques en edad escolar no hace falta que te lo digamos, pero la pediculosis es un problema común que suele afectar a los niños en edad escolar y a sus familias. Sí, también los adultos, porque los piojos se pueden fijar al cabello de cualquier persona. “No importa si el cabello está limpio o sucio. Los piojos también se encuentran en todo el mundo, en todo tipo de lugares diferentes, tales como en hogares o escuelas, o en el campo o en la ciudad. Y no importa qué tan limpio, sucio, rico o pobre sea el lugar o la persona”, subraya la Academia Americana de Pediatría.
Pero cuando se habla de piojos en contextos familiares, siempre se hace referencia a los bichitos que se agarran al cuero cabelludo. Es decir, a los piojos de la cabeza de toda la vida. Y he aquí lo que te queríamos contar en esta pieza, porque guías para pasar la lendrera correctamente o con información útil sobre el ciclo de vida del piojo ya hemos publicado en Ser Padres.
No hemos resuelto, en cambio, una duda que quizá te hayas planteado alguna vez si tienes hijos e hijas pequeños: ¿se pueden encontrar piojos fuera de la cabeza?

¿Hay piojos fuera de la cabeza?
La doctora Lucía Galán Bertrand, Lucía Mi Pediatra en su faceta como divulgadora, lo deja claro: “Si hallamos liendres o piojos en pelos de pestañas, cejas o de cualquier otra parte del cuerpo, no serán pijos, estaríamos hablando de Pthirus pubis, más comúnmente llamadas “ladillas” y su origen sería, en la mayoría de los casos, un adulto. Son cosas muy diferentes, ojo”.
En cambio, en un estudio publicado en 2010 en la revista Anales de Pediatría, la publicación oficial de la Asociación Española de Pediatría, se advierte de que la pediculosis de las pestañas por el piojo de la cabeza no es 100% descartable, como asegura Lucía Mi Pediatra, pero sí “infrecuente”. “Existen casos descritos de paso de P. humanus capitis a las cejas y a las pestañas en niños con una gran parasitación de la cabeza”, se lee en el citado estudio.
En este estudio se incide en lo que ya señalaba la doctora Galán Bertrand: que los piojos en las pestañas, cejas y otras partes del cuerpo que no sea la cabeza son de la especie Phthirus pubis.
Esto significa que sí se puede producir pediculosis fuera de la cabeza, pero el piojo no sería, salvo una rarísima excepción, la misma especie que aquel que vive en el cuero cabelludo (P. humanus capitis). Y tampoco su origen. Este último es un matiz muy importante.

Pediculosis en las pestañas en niños: ¿por qué ocurre?
En otro estudio publicado en Anales de Pediatría, este último mucho más reciente, ya que data del último número de la revista (julio, 2025), se detalla un caso clínico de un niño de 4 años con ladillas en las cejas, cuero cabelludo y tronco.
Es importante diferenciar entre piojos (Pediculus humanus capitis) y ladillas (Phthirus pubis), llamados así de forma vulgar, porque la presencia de las segundas en un menor hacen sospechar a los profesionales de un posible caso de abuso sexual. Si bien no siempre es el caso. De hecho, no lo es el citado ejemplo del menor de 4 años.
“P. pubis en niños siempre nos debe hacer sospechar abuso sexual, aunque P. pubis también se puede transmitir en casos de hacinamiento mediante contacto corporal estrecho, sin contacto genital”, explican los investigadores en el estudio publicado en la revista de la AEP.
Por lo tanto, la pediculosis fuera de la cabeza en los niños es una cuestión delicada que, además, implica el reconocimiento, en primer lugar, del parásito.

a) Máculas cerúleas en el tronco de un niño con pediculosis en el cuerpo. b) Liendres y piojos en las pestañas. c) Phthirus pubis sujeto de los vellos del tronco. d) El mismo parásito sujeto de las pestañas del paciente. e) Dentro de los cuadrados negros hay liendres viables. f) Liendres eclosionadas o no viables. Fuente: Anales de Pediatría (Julio, 2025).
¿Cómo se diferencian las ladillas de los piojos?
A modo de apunte, por si quieres aprender a diferenciar las ladillas, o piojos de las pestañas y cejas, este “tiene un cuerpo más pequeño (1,2×0,8mm)” que el piojo del cuero cabelludo.
El P. pubis se parece “a un cangrejo marrón claro, con 6 patas”, y “se aferra a los tallos vellosos con sus pinzas delanteras”, explican los investigadores del estudio recién publicado en Anales de Pediatría.
Sus liendres, agregan, “son estructuras ovaladas, marrones y con bordes convexos”, y si están vacías son translúcidas y tienen perdido uno de sus extremos.
Referencias
- Blázquez Gamero, D., Palacios Cuesta, A., González-Tomé, M.I., Marín Ferrer, M. Pediculosis en las pestañas (Pediculosis of the eyelashes).
Servicio de Pediatría, Hospital Universitario Doce de Octubre, Madrid, España. Anales de Pediatría. Febrero, 2010. DOI: 10.1016/j.anpedi.2009.10.003 - Giacaman, A., Mestre-Bauzá, F. Pediculosis: ¡atención, no sólo en la cabeza! (Lice: be careful, not just on the head!). Departamento de Dermatología, Hospital Universitario Son Espases, Palma de Mallorca, España. Anales de Pediatría. Julio, 2025. DOI: 10.1016/j.anpedi.2025.503810