Sonia y David tienen tres hijos varones y han ido a hacerse, por fin, la ecografía en la que probablemente les revelen el sexo del cuarto bebé que viene en camino. Llevan un sobre que entregan a la ginecóloga, a quien piden que, por favor, no les diga nada cuando lo descubra y que lo escriba en el papel que está dentro de ese sobre y lo devuelva cerrado.

A mí, disculpen, pero ya sin entrar en asuntos ideológicos, la situación en sí me da vergüenza ajena. No quiero imaginar lo que pensarían estos doctores y doctoras cuando esta práctica comenzó a popularizarse.
Por otro lado, ¿cómo es posible que haya todo un movimiento científico e intelectual promoviendo la diversidad y garantizando el avance en derechos a base de cuestionar el sistema patriarcal y paralelamente se haya normalizado que un confeti, rosa o azul, de la noticia de los genitales con los que nacerán nuestros hijos?

El testimonio de la creadora de estas fiestas 12 años después
La gender reveal party, o fiesta de revelación del género, fue un invento de Jenna Karvunidis, en 2008, quien, 12 años más tarde, publicó un artículo en The Guardian en el que confesaba arrepentirse de su creación. Una de las razones que llevó a Karvunidis a cambiar su discurso fue el hecho de que su hija adolescente haya preferido lucir una estética masculina, lamentando así todas las prácticas que sesgan la diversidad y la pluralidad, reduciéndolo todo a géneros binarios.
Los despropósitos de este tipo de fiestas han ido en aumento según se ha profesionalizado su producción. Del mismo modo que los cumpleaños infantiles ahora son comuniones, las comuniones parecen bodas y las bodas, premios Grammy, las fiestas de revelación del sexo comenzaron siendo una pequeña reunión entre amigos expectantes por conocer el género y el nombre del bebé en camino, pero han pasado a convertirse en una cita de catering, rodaje, peluquería y demás factores que desarraigan a las fiestas de su motivo original para convertirlas en una oportunidad de derroche y alardeo.

Accidentes en fiestas de revelación de género
La manera de revelar la noticia es la joya de la corona, el factor diferenciador que puede convertir a los genios de los padres en virales, a veces por su originalidad, otras por infringir la ley y la moralidad en un solo gesto: como la muerte de una piloto de una avioneta, o el Caso Flamingo, protagonizado por una paloma que se encontró teñida de rosa, herida, tras haber servido como vehículo para revelar la esperada noticia en la fiesta de algunos desalmados.
Por no hablar de las reacciones desmedidas de algunos padres y asistentes ante la resolución del enigma, tanto cuando es lo que deseaban, como cuando no. En el siguiente vídeo un resumen de algunas de las más hilarantes.
En fin, que podemos seguir haciendo como que aquí no pasa nada, e ir a estas fiestas y colaborar a perpetuar la idea de que si es niña será linda y delicada, jugará a las barbies y cuidará de nosotros cuando seamos viejitos o que, si por lo contrario es niño, será duro y aventurero, preservará el apellido familiar y vendrá los domingos a casa, a ver el fútbol. O también podemos ser razonables y empezar a caernos de estos planes si nos los proponen, por desproporcionados, machistas, horteras y dañinos.
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