Ya pudimos comprobar hace unos días que según el informe publicado por la Organización de Consumidores y Usuarios, los menús escolares de los niños españoles no llegan a tener la cantidad de legumbres necesarias que marcan los nutricionistas para mantener una alimentación equilibrada.
En general, la porción recomendada para los niños y niñas hasta los 12 años es de 100 a 150 gramos de legumbres, dos raciones a la semana es la proporción adecuada y además, sabemos que incluir legumbres en su menú semanal es fundamental para asegurar su salud y su desarrollo.

En ocasiones, las legumbres no son el alimento preferido por nuestros hijos por distintos motivos, pero no es tan complicado encontrar platos sabrosos y variados con la legumbre como ingrediente principal.
¿Legumbres? ¡Sí por favor!
Las legumbres son ricas en proteínas lo que las hacen imprescindibles en una dieta equilibrada a cualquier edad pero como estas proteínas vegetales tienen deficiencia de aminoácidos, es muy aconsejable para asimilarlas mejor, comer las legumbres acompañadas de cereales.
Las lentejas, las judías blancas y los garbanzos se acercan a los 20 gramos de proteína por cada 100 gramos. La soja está cerca de los 40 gramos por cada 100 gramos.
Las legumbres aportan además vitaminas del grupo B y vitamina E, contienen lecitina, son fuentes de carbohidratos imprescindibles para mantener los niveles óptimos de energía y poseen un contenido en fibra que las hace muy interesantes para combatir el estreñimiento.
Son una fuente importante de hierro y para que su asimilación sea mayor se recomienda comerlas con alimentos ricos en vitamina C como son los tomates o los pimientos y como postre, son perfectas las mandarinas, las naranjas, las fresas y en general frutas ricas en vitamina C.
Tienen un bajo índice glucémico, elevan la glucosa lentamente y además aportan calcio, zinc, fósforo, magnesio, yodo, potasio y sodio.
Si el consumo de legumbres provoca algún tipo de molestia gástrica ligera, lo mejor es que de postre tomemos un yogur pero si nos hemos decantado por una pieza de fruta cargada de vitamina C, la mejor opción es que las cocinemos con hinojo o comino, para facilitar la digestión de los estómagos más sensibles de la familia.
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