Los diez consejos de la Asociación Española de Pediatría para mitigar los efectos de una separación en los niños

La Asociación Española de Pediatría ha publicado una guía para que los adultos puedan ayudar a los niños y niñas a sobrellevar lo mejor posible la separación o divorcio de sus padres.
Conducta agresiva tras divorcio

La Asociación Española de Pediatría (AEP) ha presentado una guía preventiva con consejos para que mitigar o limitar los efectos negativos de una separación o divorcio en los niños y niñas. Elaborada por el Comité de Promoción de la Salud de la Asociación Española de Pediatría (CPS-AEP), esta dirigida a todos los tipos de familias y los profesionales que las atienden en este proceso, que puede prolongarse durante años.

Señala la AEP que cada vez es más frecuente que los padres con niños y niñas pequeños se divorcien en España. Los datos del del Instituto Nacional de Estadística al respecto reflejan que en el año 2021 hubo más de 86.000 divorcios, un 12,5% más que el año anterior. “Estos datos ponen de manifiesto la necesidad de hacer un buen acompañamiento a las familias para que la separación sea lo más amigable o menos perjudicial posible para todos los miembros de la familia, pero sobre todo para los hijos, que pueden sufrir las secuelas emocionales durante años”, explica la AEP.

Según la doctora Lefa S. Eddy, pediatra y psiquiatra infantil y juvenil, miembro de CPS-AEP y secretaria de la Sociedad de Psiquiatría Infantil de la AEP, asegura que “la separación y divorcio, y los conflictos previos, son una fuente de estrés emocional que puede acarrear una desregulación importante en los miembros de la familia”. Por ello, añade la doctora, “Si se aborda de forma amigable será más fácil que haya un buen ajuste a la nueva situación familiar”.

Niña en presencia de sus padres

Una guía para ayudar a los padres y a los niños

La guía elaborada por la AEP tiene como objetivo ayudar a las familias una separación de forma amistosa, tratando de prevenir secuelas emocionales en los hijos del núcleo familiar. “Explicarles las cosas con transparencia, escucharlos y no hablar mal del otro progenitor en su presencia, entre las recomendaciones de los pediatras”, señala la AEP, que enumera todos los posibles impactos que puede tener en los peques la separación o divorcio de sus padres.

“Las repercusiones que tendrá el divorcio sobre la vida de los niños podrán ser de tipo psicoemocional, académico, social y económico”, afirma la asociación, que advierte de que “se considera que hay doble riesgo de sufrir psicopatología en los niños cuyos padres se han separado”.

Divorcio

La AEP profundiza sobre estos posibles problemas relacionados con la separación o divorcio de los padres. Habla de hasta seis tipos distintos de malestar emocional en los niños que viven esta experiencia personal en sus vidas. Son los siguientes:

  • Problemas emocionales: irritabilidad y llanto o incluso cuadros de ansiedad y depresión.
  • Somatizaciones: pueden ser de tres tipos según la AEP. De tipo gastrointestinal (vómitos, diarrea, estreñimiento, gastralgia), neurológico (tics nerviosos, balanceo, regresión en el neurodesarrollo) o dermatológico (eccema, aftas, empeoramiento del acné).
  • Problemas de comportamiento: desobediencia, agresividad o consumo de tóxicos en la adolescencia, entre otros.
  • Trastornos de eliminación: enuresis, encopresis, se dan sobre todo en los niños más pequeños.
  • Trastornos del sueño: tanto de iniciación como de mantenimiento.
  • Accidentes: existe, según la AEP, una mayor propensión a sufrirlos debido tanto a la falta atencional que se observa cuando hay problemas emocionales.

La AEP especifica que “la sintomatología suele variar según la edad y sexo del hijo”, siendo especialmente duro en la adolescencia, “ya que a esa edad se percibe la discrepancia que hay entre los valores que la familia y sociedad predican, y lo que practican”, apunta la doctora S. Eddy. Por sexos, la AEP dice que las niñas sufren más problemas de ansiedad y depresión mientras que en los niños son más habituales las consecuencias a nivel conductual.

Un decálogo de consejos para ayudar a los niños en un divorcio

En el manual de la AEP elaborado por el CPS-AEP se recomiendan por parte de los pediatras y expertos que componen este órgano de la asociación hasta diez consejos concretos para ayudar a los peques en un divorcio o separación, limitando y previendo los problemas emocionales.

Separación

El decálogo es el siguiente. Se puede consultar en la guía, que está publicada en este enlace:

  1. Hay que tener presente que los hijos no son propiedad de nadie. Los padres son responsables de cuidarlos y procurar su bienestar físico, psicológico y social.
  2. No hacer que los hijos hagan de mensajeros. Los padres, aunque se lleven mal, tienen la obligación de comunicarse entre ellos por el bien de sus hijos.
  3. Ambos padres tienen la obligación de hablar con todos aquellos profesionales que ayuden, traten o asistan a sus hijos (profesores, médico, psicólogo, etc.). Es importante que el hijo vea que ambos padres se preocupan por su bienestar.
  4. Los hijos no deben ser utilizados como instrumento para hacer daño a otras personas.
  5. Los hijos necesitan que alguien los escuche, necesitan comprobar que sus sentimientos importan.
  6. A los niños les duele cuando se habla mal de sus padres. Imagínate lo mucho que duele cuando lo hace la otra persona más importante de su vida.
  7. En una separación/divorcio, los hijos son los más vulnerables. Ellos/as son los protagonistas inesperados. Evita tomar decisiones inmaduras, absurdas y/o ridículas por razones de orgullo.
  8. Muestra interés por tu hijo preguntándole si se lo ha pasado bien con tu ex. No olvides que el otro es el padre/madre de tu hijo. Controla las emociones negativas y no hagas que tu hijo participe de tu rencor.
  9. El título “papá” y “mamá” lo ponen los niños/as. Haz méritos para ello, debes estar presente en la vida de tus hijos y no te enfades si utiliza estos términos con la nueva pareja de tu ex.
  10. Una separación/divorcio es un evento muy estresante por lo que los padres pueden necesitar ayuda, tanto o más que los hijos. No hay que dudar a la hora de buscar ayuda de un profesional.

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