ChatGPT se ha convertido, en menos de un mes que lleva en funcionamiento, en todo un debate de conversación en la sociedad. Algunos ven en esta herramienta todo un filón y, otros, sin embargo, un peligro real.

Antes de explicar porqué ha sido prohibido en todas las escuelas públicas de Nueva York y porqué el mundo de la educación está en vilo con el tema, vamos a explicar en qué consiste exactamente Chat GPT y la razón por la que está dando tanto de qué hablar. Quizás, sabiendo lo que es, puedas entender la preocupación de algunos sectores y la razón de su prohibición.
¿Qué es ChatGPT?
Sus siglas corresponden a Generative Pre-trained Transformer y hace referencia a una nueva tecnología creada con Inteligencia Artificial que permite que tengamos conversaciones más naturales con las aplicaciones. En otras palabras, nos ayuda a crear una conversación casi real con los típicos chatbots que nos encontramos al entrar en algunas páginas de ayuda, por ejemplo.
Pero no es solo eso, ChatGPT es capaz de crear textos elaborados con inteligencia artificial que, realmente, parecen escritos por un humano. ¿Cómo lo hace? Te preguntarás. Muy sencillo: basta con que el usuario introduzca una serie de parámetros en una aplicación al a que todo el mundo puede acceder:
- El tono que desea para el texto (más serio, educativo, para clase, informativo,…)
- El tema sobre el que quiere escribir (basta con dos o tres palabras clave)
- La longitud deseada para dicho texto
Después, solo dando al ‘enter’, la aplicación de inteligencia artificial comenzará una redacción con los criterios seleccionados. El resultado, como decimos, es demasiado perfecto y natural, por lo que es casi imposible descifrar que ese texto ha sido escrito por una Inteligencia Artificial y no por una persona.
Prohibido en Nueva York
Esta ha sido, precisamente, la razón por la que su uso se ha prohibido en toda la red de escuelas públicas de Nueva York.
Jenna Lyle, portavoz del departamento de Educación, explica en un comunicado la razón de su prohibición: “las preocupaciones por el impacto negativo en el aprendizaje y la exactitud del contenido”.
“No ayuda al pensamiento crítico ni refuerza capacidades de resolución de problemas que son esenciales para éxitos académicos y vitales”, expone también.
De hecho, al hilo de esto, el diario New York Post se hace eco de un suceso que ha vivido un profesor de un centro de educación secundaria de Carolina del Sur: asegura que sorprendió a uno de sus estudiantes utilizando ChatGPT en un ensayo sobre el filósofo David Hume y que el resultado fue “como el que podría producir un chico muy listo de 12 grado (equivalente a 17 años)”.
Los estudiantes hacen trampa con GPT-3
Desde que su uso se abriese al público el pasado diciembre, Chat GPT no ha hecho más que conseguir adeptos entre la comunidad estudiantil, que ven en la plataforma un filón para crear trabajos escritos.
Así, los profesores están demasiado preocupados: temen que los estudiantes lo usen (que, de hecho, ya lo están haciendo) como método de plagio. Pues, como decimos, es prácticamente imposible distinguir un texto escrito con esta tecnología de otro escrito por un humano.
“Nos damos cuenta de la posibilidades que se nos abren con esta tecnología, pero también de los riesgo que entraña”, explicaba al diario La Vanguardia Ester Robles, profesoras en un instituto público. Por ello, cuenta que, en su centro, han decidido que los textos descriptivos que entren en selectividad se elaboren de forma exclusiva en clase, que no se puedan hacer en casa, a fin de evitar lo máximo posible el riesgo de plagio.
En algunas universidades de España ya se está estudiando cómo prevenir esta problemática y cómo actuará el centro en caso de encontrar algún trabajo hecho con esta tecnología.
Para todos los profesores, no todo está perdido: ya se están elaborando extensiones de Google de fácil funcionamiento que permiten detectar textos escritos con Chat GPT.
Algunas comunidades autónomas tienen como posible plan seguir el ejemplo de Nueva York y prohibirlo en las aulas. Otras, como en el caso de Cataluña, no se plantean esta opción porque, bajo su criterio, sería poco efectivo.