La masturbación es un tema tabú para muchas mujeres todavía en pleno siglo XXI, y durante el embarazo pasa directamente al ostracismo puesto que la lista de temas sobre los hablar es tan larga que sepultan este aspecto. Pero casi todo lo enterrado se puede destapar, y así lo hemos nosotros con la masturbación en el embarazo para escribir este tema en exclusiva sobre ella y despejar todo tipo de mitos y creencias erróneas.
No es nuestro objetivo escribir una clase de sexología enfocada en esta técnica sexual que puede practicarse sola, con una misma, o acompañada (como cada una prefiera). Para eso están los especialistas en la materia, los sexólogos. Pero sí algo más humilde y necesario, poner un granito de arena para naturalizar algo que es como la vida misma y de la que uno no tiene porqué avergonzarse; tampoco si está en el pleno embarazo y se quiere seguir disfrutando del sexo.

Más cómodo que la penetración
Durante el embarazo, la masturbación puede ser la alternativa perfecta a la penetración en todas aquellas mujeres gestantes que no estén cómodas con dicha forma de practicar sexo con su pareja. A veces es incertidumbre e inseguridad, otras incluso molestias o dolor, y en el final del embarazo simplemente incapacidad para estar cómoda con algunas posturas, así que no pierdas un solo minuto si sientes una cosa o la otra. Pasa página y busca alternativas como la que nos ocupa siempre y cuando tu deseo sexual así te lo pida, algo que es común en mujeres embarazadas desde el segundo trimestre, cuando el malestar habitual de los tres primeros meses desaparece.
Ten en cuenta que el orgasmo puede ser mucho más intenso durante la gestación porque en la zona pélvica se acumula más concentración sanguínea, así que si el depósito del deseo sexual está lleno, no tengas reparo en buscar la forma en la que puedas disfrutar en plenitud, y la masturbación manual es una de las que no tiene contraindicación alguna salvo que existan complicaciones que la desaconsejen. De hecho, en embarazos donde no las hay, que la mayor parte de ellos, aporta todas las ventajas que el sexo óptimo ofrece al estado de ánimo de la mujer, le ayuda además a relajarse y puede colaborar también en dilatar la vagina, según afirman los expertos.
Cómo llegar al orgasmo
Para evitar riesgos, y dado que es perfectamente posible llegar al orgasmo estimulando la zona exterior del clítoris, es preferible estimular en círculos , con la yema de los dedos o mediante sexo oral, esta zona de los genitales femeninos para lograr el efecto deseado sin necesidad de recurrir a juguetes eróticos. En caso de que compartas este momento íntimo con tu pareja, marca tú el ritmo que necesites haciéndole ver en todo momento cómo y con qué estás cómoda y lista para relajarte y disfrutar.