Debut diabético en niños: qué es y cuáles son los síntomas de advertencia

Aunque no es común, es posible encontrar en urgencias a niños que presentan un debut diabético, lo que significa que tienen síntomas de diabetes. ¿En qué consiste y por qué ocurre?
Debut diabético en niños

Marta tiene 6 años. Su madre la lleva al hospital porque la nota muy decaída, cada vez más cansada y ha perdido peso. No tiene fiebre, pero, como refiere al médico de guardia “algo debe tener porque ella es muy movida y está todo el día tirada en la cama o el sofá” El pediatra le pregunta si come bien. “¡Sí! “contesta ella. “La verdad es que come muy bien, incluso últimamente come más… y también he notado que hace bastante pipí…no sé si tendrá algo que ver” El médico no necesita más pistas, le hace la Marta una prueba de glucosa tomando como muestra una gota de sangre del dedo de la pequeña. Cuando ve el resultado le dice a la madre que Marta acaba de debutar con diabetes.

Debut diabético en niños - Foto: Istock

Este es el caso más típico de un debut diabético. Habitualmente tenemos un niño que acude a urgencias llevado por sus padres por malestar o cansancio o por alguno de los síntomas característicos de diabetes, a saber: polidipsia (ingesta excesiva de líquidos o sensación exagerada de sed) poliuria (que significa orinar mucho, incluso volver a orinarse en la cama en niños que ya controlaban los esfínteres de noche) polifagia (que significa tener mucha hambre, comer mucho) y pérdida de peso.

Normalmente con estos síntomas a ningún sanitario se nos pasa por alto hacer una prueba de azúcar o, más correctamente, una glucemia capilar que, como hemos visto en el ejemplo, consiste en verificar los niveles de azúcar en sangre con un pequeño pinchazo en el pulpejo de los dedos.

En estos casos es complicado informar a los padres de la situación. Con niveles de glucemia muy elevados sabemos que el diagnóstico es de diabetes sí o sí. No es necesario realizar más pruebas y la mayoría de las veces resulta muy complicado para los padres entender que su hijo, que entró por la puerta de Urgencias sin ninguna enfermedad grave, de repente es diabético para siempre.

Sin más analíticas, test, radiografías o tac… De hecho, la mayoría preguntan: “¿y cómo están tan seguros? ¿No hay que hacer más pruebas? Pues la verdad es que no hay que hacer más pruebas. La diabetes tipo 1, que es la que aparece en la infancia, se diagnostica con criterios clínicos

Para saber cuál es el mecanismo por el que aparece la diabetes primero debemos entender cómo funciona el páncreas. Se trata de un órgano situado en el abdomen. Tiene varias funciones, pero sobre todo va a encargarse de producir insulina, que es una hormona. Cuando comemos y hacemos la digestión la glucosa de los alimentos pasa a la sangre y esto activa la insulina, que es la encargada de facilitar el paso de azúcar de la sangre a las células.

Si no tenemos insulina, los niveles de glucosa en sangre siguen subiendo sin control, pero las células “tienen hambre” porque no les llega ese azúcar, que es su combustible. El organismo intenta compensar la subida de glucosa en sangre eliminándola por la orina. Habitualmente no tenemos azúcar en la orina y el hecho de encontrarla (lo que llamamos glucosuria) es síntoma de diabetes. De hecho, el nombre “diabetes mellitus” hace referencia a esa orina dulce:  proviene del latín y significa “dulzura o miel” (mellitus) y “que pasa a través o que se elimina en abundancia” (diabetes).

En qué consiste el debut diabético - Foto: Istock

En la diabetes tipo 1 se produce una destrucción total e irreversible de las células que se encargan de producir insulina, conocidas como células beta. Se trata de una enfermedad autoinmune cuya causa aún no está bien determinada, aunque sabemos que existe cierta predisposición genética a padecerla. Esto quiere decir que en las personas diabéticas tipo 1 hay una combinación genética que se repite, aunque no todas las personas que tengan esta genética desarrollarán la enfermedad. Por mecanismos aun no bien conocidos, el propio organismo reacciona contra las células del páncreas, destruyéndolas. Por eso, el tratamiento de este tipo de diabetes, será siempre la insulina.

La diabetes tipo 2 es la clásica de los adultos obesos y normalmente no precisa insulina como tratamiento, ya que seguimos teniendo insulina, pero existe una resistencia a su acción.

¿Qué debemos hacer ante un debut diabético?

Cuando diagnosticamos a un niño de diabetes en urgencias el siguiente paso es ingresarle, ya sea en planta o en la Unidad de Cuidados Intensivos dependiendo de su gravedad. Controlaremos los niveles de glucosa administrando medicamentos, generalmente por vía intravenosa, y después con insulina subcutánea. Pero lo más importante que haremos es explicar a la familia en qué consiste la enfermedad, como controlar los niveles de glucosa, hacer los controles, como administrar la insulina y actuar en caso de bajada o subida de azúcar.

Puntos clave

  • El tipo de diabetes que encontramos en los niños es la de tipo 1.
  • Los síntomas característicos de diabetes tipo 1 son: ingesta aumentada de líquidos (polidipsia), orinar en grandes cantidades (poliuria) y comer más (polifagia).
  • Con el azúcar en sangre elevado por encima de ciertos niveles podemos diagnosticar un debut diabético sin hacer más pruebas.
  • El tratamiento de la diabetes tipo 1 es con insulina desde el diagnóstico de la enfermedad.

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