El cierre de todos los centros educativos como medida de choque contra la crisis del coronavirus que, desgraciadamente, está cambiando el día a día de las familias españolas, ha hecho que muchos padres se lleven las manos a la cabeza. Una medida a la que se une la del teletrabajo, también obligatorio en algunos sectores durante el tiempo que dure el confinamiento.
Con ambas, se pinta un nuevo panorama en muchas familias españolas que han tenido que pasar de sus rutinas diarias habituales, a lidiar con las obligaciones de su trabajo (desde casa) y con ejercer de profesores de sus hijos: que ahora estudian a través de una pantalla.
Aunque, por un lado, es una situación altamente positiva para pasar tiempo de calidad en familia, son muchos los progenitores que “se llevan las manos a la cabeza”, como afirma literalmente Adrián Cordellat en este artículo.
Los niños necesitan ayuda con sus tareas, con la conexión a internet o, simplemente, demandan atención materna o paterna para jugar. Los mayores, mientras tanto, demandan tiempo de soledad y concentración para poder desempeñar el horario laboral sin que se vea afectado por estar en casa y por tener que atender a los niños.
Mamá está en una reunión
Una situación que hace que todos elevemos al cuadrado la imaginación y que, sin duda, nos los tomemos con mucho sentido del humor. Un ejemplo de ambas dos es la idea de la influencer Susana García (@beautyblog) que ha compartido en sus redes sociales la solución a este problema.
Ante la incipiente importancia de entrar a una reunión virtual y necesitar silencio por parte de su familia, decidió colgar una cartel en la puerta de la habitación donde estaba reunida en el que dejaba claro que “mamá estará en una reunión de 11:30- a 12:15”, junto a un símbolo de prohibido pasar. Como las madres son sabias y saben adelantarse al futuro, sabía antes de empezar que sus hijos en esa hora y cuarto la necesitarían para alguna cosa y echó mano de su imaginación: “la respuesta a tu pregunta está entre una de las siguientes” y, a continuación, escribió las respuestas más comunes de todas las madres a las preguntas de sus hijos. “No sé qué hay de comer” o “no” son solo dos ejemplos de ellas.
1244921712866734081Es cierto que este cartel se puede adaptar a la edad de cada niño y que no es viable si es muy pequeño pero, desde luego, a más de una madre y un padre salvará en algún momento durante el confinamiento. Lo sabemos porque su maravillosa iniciativa ha sido retuiteada ya por casi 10.000 personas y ha alcanzado los 48 mil me gusta en Twitter. Además, también recopila éxitos en Instagram, donde está a punto de llegar a los 1.500 likes.
