En palabras de Carlos González, «Hoy en día, se suele recomendar ofrecer otros alimentos a los niños de pecho a los 6 meses. Pero sólo ofrecer, nunca obligar. Y siempre después de, y no en vez del pecho. Porque la leche materna alimenta mucho más que cualquier papilla».
Y como recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS), es aconsejable «la lactancia materna exclusiva durante seis meses», de manera que, a partir de entonces, puede ser posible la introducción de alimentos apropiados para la edad. Siendo recomendable, incluso, el mantenimiento de la lactancia materna hasta los 2 años o más, si tanto la mamá como el niño están dispuestos.
Una vez se ha empezado con la lactancia tras el nacimiento del bebé, ya sea a través de leche materna o artificial, suele ser común que surjan dudas relacionadas con cuál sería el mejor momento para comenzar con la introducción de los primeros alimentos sólidos y la utilización de papillas, purés y compotas.
Y aunque algunos pediatras recomiendan a la mamá empezar con la administración de papillas muy temprano, la realidad es que es más recomendable esperar hasta al menos los 6 meses de edad. Pero vayamos por partes.

¿Qué son las papillas?
Básicamente podríamos definir a la papilla como una preparación de un determinado alimento, el cual se sirve en forma triturada. Entre los alimentos que se pueden ofrecer de esta manera podemos mencionar las frutas y verduras, o los cereales (mezclados con leche).
Aunque anteriormente se solía comenzar por papillas de cereales sin gluten y de frutas, las recomendaciones han cambiado, y actualmente puedes comenzar por cualquiera de los alimentos permitidos a esta edad (cereales con o sin gluten, cualquier fruta u hortaliza, carnes, pescados (con algunas excepciones, huevo…).

Siendo recomendable ofrecer cada alimento nuevo por separado dejando 1-2 días entre alimentos nuevos (3-5 días si son alimentos potencialmente alergénicos).
¿Cuándo empezar con las papillas?
Como te comentábamos al comienzo, muchos pediatras aconsejan empezar con la alimentación complementaria a partir de los 4 meses de edad.
Sin embargo, esto chocaría enormemente con la recomendación, por parte de la OMS y de otras instituciones sanitarias, de amamantar con lactancia materna exclusiva hasta al menos los 6 meses.
Debido a ello, se está intentando imponer que sea a los 6 meses cuando se comience con la introducción de los alimentos sólidos, y no antes.
¿Y si el bebé está tomando leche artificial? ¿Sería entonces adecuado empezar a los 4 meses con la alimentación complementaria? Lo cierto es que en realidad es indiferente que el bebé esté tomando leche materna o de fórmula.
Lo que se recomienda es que la alimentación principal del bebé durante los primeros 6 meses de vida sea la leche. Y solo a partir de entonces empezar a complementarla con otros alimentos.
Esto significa que lo mejor es empezar con la alimentación complementaria (ya sea en papillas o con el método BLW) a partir de los 6 meses de edad”.

Dicho de otra manera: la leche debe continuar siendo el alimento por excelencia del bebé, y poco a poco, se debe complementar con otros alimentos desde el momento en el que se comience con la introducción a los alimentos sólidos. Por ejemplo, seguir dándole el pecho a demanda o el biberón, pero empezar a darle comida al bebé con cuchara para que comience a probar nuevos sabores y a conocer también texturas diferentes.
Tu propio pediatra te indicará de qué forma empezar y cómo, especialmente teniendo en cuenta las necesidades que pueda tener tu bebé.
Por tanto, recuerda algo fundamental: no reduzcas la toma de leche del bebé cuando introduzcas los alimentos sólidos. La leche continúa siendo el alimento fundamental, y en definitiva, el factor más importante para el crecimiento y el desarrollo de tu hijo.