Llevar a un niño o niña a un concierto “de adultos” es mucho más sencillo hoy en día que hace poco más de un lustro. Ya no depende exclusivamente de la ley, que no hace tanto lo ponía muy complicado, sino que la flexibilidad de esta después de los cambios recientes en las diferentes normativas de espectáculos de cada comunidad autónoma permite en la mayoría de regiones que los padres o tutores de los menores edad puedan decidir cuándo les llevan de concierto.
El trabajo de movimientos como Queremos Entrar, una plataforma para conseguir el acceso de los niños a las salas de conciertos, y el compromiso de buena parte de la industria musical con la causa consiguió que en lugares como la Comunidad de Madrid la ley vigente cambiara a finales de diciembre de 2015. Algunas regiones ajustaron su ley antes; por ejemplo, Cataluña fue la primera en hacerlo, y otras lo hicieron después.
Pero el clamor social fue escuchado y, si bien es conveniente informarse de la ley en activo en la comunidad donde se vaya a producir el concierto al que deseáis llevar a vuestro hijo, en general, los menores de 16 en España pueden entrar en conciertos y festivales acompañados de un adulto. Entre los 16 y 18 años hay regiones como la mencionada Cataluña que permiten que acuden solos, sin adultos que les tutelen.
Lo que el colectivo Queremos Entrar defendía en su momento es que la relación entre venta de alcohol y permitir el acceso de menores no era un argumento de peso para no dejar a pasar a los niños a conciertos porque en los bares se vende alcohol y pueden pasar sin ningún problema. Incluso comunidades autónomas como Andalucía y Comunidad Valenciana, donde se celebran múltiples festivales musicales cada año, se acabó cambiando la ley en el año 2018. Costó más de dos años de diferencia con respecto a Cataluña o la Comunidad de Madrid, pero se aprobó la correspondiente modificación legal y los menores de 16 puedan pasar acompañados.
En este link del Ministerio del Interior se pueden consultar todas las leyes de espectáculos regionales.
Derecho de admisión
Aunque la ley permita que los menores accedan a un concierto o festival acompañados, hay que recordar que las salas tienen derecho de admisión, por lo que pueden existir conciertos exclusivamente para adultos.
Además, los organizadores deben especificar las condiciones exactas en las que deben entrar los menores de edad. No es lo mismo “acompañados de un adulto”, por ejemplo, que “acompañados por uno de sus padres o tutores legales”. Ante la duda, al comprar las entradas conviene asegurarse de este detalle para evitar problemas de última hora al acceder al recinto.
Como tercer factor, o primero, según las prioridades de cada familia, no hay que olvidar el más elemental: el sentido común. Nadie mejor que los padres del niño o niña en cuestión para saber si su hijo está preparado y motivado para acudir a un concierto o festival. Hay veces que esto ocurre con 4 años y otras en las que los peques no muestran interés alguno por acudir a un evento cultural así hasta que pasan bastantes más años. Escucharles y observarles es la mejor pista para acertar con el momento de llevarles por primera vez.