¿Te preguntas si tu hijo es zurdo o diestro? ¿Quieres saber cuándo lo averiguarás? Lo primero que tienes que tener en cuenta es que esto depende de la lateralidad de tu niño. Vamos a conocer más al respecto en las siguientes líneas.
Uno de los procesos más complicados que vivimos los seres humanos es el neurodesarrollo, ya que, gracias a este, adquirimos multitud de habilidades que nos permiten convertirnos en personas autónomas que pueden valerse por sí mismas. Y es, precisamente en ese proceso, cuándo también se define qué lado de nuestro cuerpo utilizaremos con más destreza.
Esa predisposición que tenemos para utilizar más una parte del cuerpo es la lateralidad, que queda definida en los primeros años de nuestra vida.
Los hemisferios cerebrales
El cerebro es el órgano que controla nuestro cuerpo, ya que recibe la información del exterior, pero también se encarga de dar las órdenes necesarias sobre cómo debemos movernos o sobre cómo comunicarnos con el lenguaje, por ejemplo.
Este órgano, que funciona como una especie de computadora, se divide en dos hemisferios que están conectados entre sí, lo hacen gracias a una estructura que se llama cuerpo calloso. Y aquí vamos a lo importante: generalmente, en las personas hay una dominancia de uno de los dos hemisferios frente al otro, por eso solemos ser más hábiles con uno de los lados. Esto no significa que uno quede anulado por completo, sino que uno es dominante a la hora de dirigir y hacer las tareas.
Esta dominancia de la que hablamos no aparece en el mismo instante en que nacemos, se va desarrollando en los primeros momentos de nuestra infancia.
¿Cuándo se desarrolla la lateralidad?
Si nos fijamos, los recién nacimos, no suelen mostrarse más predispuestos a utilizar más un lado del cuerpo que otro. Por ejemplo, si le acercamos una mano, probablemente nos agarrará con la misma fuerza con los dos lados del cuerpo.
Pasado un tiempo, ya con 3 meses, cuando por fin tienen el gran descubrimiento de sus manitas, que se convierten en su primer juguete, los bebés son capaces de llevárselas a la boca a la vez y en la misma línea. Cuando a los 6 meses pueden coger voluntariamente objetos, lo hacen con la misma habilidad con las dos manos y sin preferir una antes que la otra.
Después, cuando comienzan la fase del gateo, sí que percibimos que primero utilizan una parte del cuerpo y más tarde, la contraria. Esto es porque todavía no hay una buena coordinación porque están pasando por una etapa llamada fase homolateral, para, más tarde, pasar a la etapa contralateral.
Será en el momento en el que el pequeño empiece a coordinar ambos lados del cuerpo cuando empiece a realizar tareas más hábilmente con una de las dos partes. Y esta preferencia se comenzará a notar aproximadamente a los 2 o 3 años de edad, aunque será entre los 5 y los 7, cuando quede totalmente establecida. Es entonces cuando los niños comenzarán a usar la mano dominante con mucha más frecuencia, y cuando podremos calificarlos por fin como diestros o zurdos según su preferencia.