Preparación
1. Pelar la patatas, lavarlas y cortarlas en rodajas finas y no muy grandes. Antes de cortar las dos últimas patatas, poner al fuego una sartén honda con abundante aceite de oliva. Cuando esté caliente, freír en él las patatas.
2. Pelar la cebolla, cortarla en aros finitos y agregársela a las patatas. Este es el momento de añadir la sal. Dejar que las patatas y la cebolla empiecen a hacerse a fuego fuerte y, pasados cinco minutos, bajar el fuego para que no se quemen y se hagan despacio. Si no caben las patatas y la cebolla en la sartén, freír la mitad de las patatas con media cebolla, para que todas que tomen sabor.

3. Mientras las patatas se están haciendo, machacarlas un poco con la espumadera y moverlas bien para que no se quemen. Cuando ya estén tiernas, volcarlas en un escurridor para que suelten toda la grasa. Este aceite es recuperable.
4. Lavar los huevos (3 ó 4 con cada tortilla. Con esta cantidad de patata es mejor hacer dos tortillas pequeñas, que son más fáciles de voltear).
5. Batir los huevos y añadir una pizca de sal. Incorporar la mitad de las patatas (si hacemos dos tortillas) y dejar que se empapen bien en el huevo, aplastándolas un poco.
6. Poner la sartén al fuego con un poco del aceite de freír las patatas.
7. Cuando el aceite esté caliente, verter las patatas con el huevo y reducir el fuego para que la tortilla no se queme.
8. Separar los bordes de la tortilla solo con ayuda de la espumadera, y mover la sartén desde el mango para evitar que se pegue en el centro.
9. En cuanto a las vueltas, hay quien da solo dos, pero yo le doy dos por cada lado y todas bastante rápido, y en cuanto ha cuajado lo suficiente, la saco. Así consigo que quede bien hecha por fuera (no quemada) y blandita por dentro.
Ingredientes
● 5 patatas medianas.● Una cebolla.● De 5 a 7 huevos. ● Aceite de oliva. ● Sal.