La universidad de Harvard lo tiene claro: “La IA puede ayudar con las tareas y los trabajos creativos (a los estudiantes), no solo con las trampas”. Esta es una de las conclusiones de un nuevo informe recién publicado por bajo el sello de Harvard, que recomienda ocho hábitos de estudio que funcionan de verdad.
Dice la universidad de Harvard, la institución más prestigiosa del planeta, que las herramientas de inteligencia artificial pueden ser útiles a los estudiantes, y que estos utilizan la IA no solo para hacer trampas. En concreto, según datos del informe ‘Perspectivas de adolescentes y adultos jóvenes sobre la IA generativa’, la mitad de los adolescentes encuentados asegura haber utilizado IA generativa, tipo ChatGPT, pero solo el 4% lo hace con frecuencia.
De aquellos estudiantes adolescentes que reconoce haber utilizado este tipo de herramientas con fines educativos, el 53% lo ha hecho para obtener información y el 51%, para realizar un brainstorming o lluvia de ideas. Dicho de otro modo, para inspirarse. No en vano, ya hay herramientas disponibles para tener de aliada a la Inteligencia Artificial en el aula.

Los adolescentes utilizan la IA no solo para hacer trampas
Pero más allá de los datos interesantes que aporta la segunda edición del análisis sobre las perspectivas de los adolescentes y los adultos jóvenes sobre la inteligencia artificial generativa coescrito por el Center for Digital Thriving, laboratorio de investigación que depende de la escuela de Educación de Harvard, lo más reseñable son sus conclusiones.
Por ejemplo, asegura el informe que los estudiantes “han desarrollado rápidamente hábitos, preocupaciones y opiniones sobre la IA y cómo su uso afecta el aprendizaje y el mundo en general”. Sí, también preocupaciones, como la del uso de la IA para el acoso y la desinformación.
De lo que no cabe duda leyendo el informe de la universidad de Harvard es de que los estudiantes adolescentes utilizan la IA: “llevan sus preguntas a la IA generativa para bien o para mal”, destacan desde la universidad. Por eso conviene saber cómo utilizar la inteligencia artificial para que sea beneficiosa para tus hijos a la hora de estudiar. De hecho, el informe de Harvard advierte de que los chavales ya utilizan la IA para más usos que hacer trampas. De hecho, para la universidad de Harvard, “la IA puede ayudar con las tareas y los trabajos creativos, no solo con las trampas”.

Para llegar a estas conclusiones, los investigadores de Harvard han llevado a cabo una macroencuesta sobre tecnología digital entre más de 1.500 adolescentes. Muchos de ellos, explica la universidad, “admitieron utilizar la IA para hacer trampas en tareas, deberes o exámenes”, pero también han destacado haber tenido experiencias académicas positivas con ayuda de aplicaciones como ChatGPT.
De hecho, los adolescentes encuestados quieren hacer ver a los adultos que pueden confiar en que los estudiantes de su edad pueden utilizar la IA generativa “de una buena manera”. ¿Cómo? Por ejemplo, apuntan desde Harvard, “pidiendo ayuda para comenzar a escribir artículos o para crear un plan de aprendizaje individualizado”.

Otros usos que los adolescentes dan a la IA
Además, muchos de los menores encuestados han señalado que la IA generativa tiene también otros usos más allá del ámbito académico.
Es el caso, entre otros, del uso que le dan los adolescentes para responder a las dudas que no se atreven a consultar a los adultos de referencia por miedo. Y también, reconocen utilizarla “para obtener orientación sobre qué decir en las conversaciones”. El 31% entre los usuarios de IA generativa reconoce que también la utiliza como herramienta de ocio, para hacer dibujos, fotos o crear sonidos, entre otros usos. Si es el caso de tus hijos, que ya usan la inteligencia artificial en casa, estas normas que debes instaurar en casa pueden ayudarte.
A modo de conclusión, preguntados por si creen que el impacto de la IA en sus vidas será positivo o negativo, el 41% de los adolescentes encuestados para el informe de Harvard cree que su desarrollo probablemente tendrá impactos tanto positivos como negativos en sus vidas en los próximos 10 años.