Ser madre o padre es enfrentarse cada día a decisiones importantes, muchas de ellas aparentemente pequeñas: elegir un chupete, una bicicleta infantil o un juguete de moda como el slime. Pero ¿y si te dijeran que casi la mitad de estos productos, disponibles hoy en tiendas y plataformas online, no cumplen con las normas de seguridad europeas?
Es lo que ha revelado el último estudio de la Comisión Europea dentro del proyecto CASP 2024 (Actividades Coordinadas sobre la Seguridad de los Productos), donde se analizaron productos infantiles adquiridos en España. Los resultados han generado preocupación y nos invitan, como familias, a prestar más atención a lo que compramos.
CASP 2024: Una alerta a nivel europeo

Este año, las autoridades españolas participaron en CASP 2024 analizando chupetes, bicicletas infantiles y juguetes de slime. De los 15 productos analizados en estas categorías:
- El 46,67 % no cumplía los estándares de seguridad.
- En el caso de los chupetes, más del 40 % presentaba fallos como posibles riesgos de asfixia o materiales no seguros.
- De las bicicletas infantiles, el 60 % incumplía al menos uno de los requisitos de seguridad esenciales.
- Solo el juguete de slime analizado sí cumplía con la normativa.
Ante estos fallos de seguridad en chupetes y bicicletas de juguete, las autoridades españolas actuaron con rapidez para proteger a los consumidores, lo que incluyó solicitar a los fabricantes que cambiaran o mejoraran los productos.
¿Por qué esto debería importarnos como madres y padres?

Porque la confianza excesiva en el mercado puede jugarnos una mala pasada. En España, el 64 % de los consumidores creen que los productos que compran ya son seguros por el simple hecho de estar en el mercado europeo. Pero los resultados de CASP muestran que esto no siempre es así.
Por eso es vital que los consumidores asuman un rol activo en la seguridad de los productos, en especial quienes compran para bebés y niños pequeños. Tu mirada crítica, tu decisión de compra y tu voz cuando algo no está bien marcan la diferencia.
Qué puedes hacer para proteger a tu familia

Antes de comprar cualquier producto para tus hijos, conviene revisar algunos aspectos clave. Puedes consultar la plataforma Safety Gate, donde es posible comprobar si el artículo que te interesa ha sido reportado como peligroso en algún país de la UE. Si ya has comprado algo y detectas un problema o fallo, denúncialo a través de Consumer Safety Gateway: tu acción puede prevenir incidentes similares en otros hogares.
Revisa también las instrucciones: deben estar en tu idioma, ser claras y contener todas las advertencias necesarias. Por último, no olvides mirar el etiquetado: comprueba si aparecen los datos de contacto del fabricante y si se explica de forma precisa cómo debe usarse el producto.
La seguridad empieza en casa, pero no termina ahí

La buena noticia es que la UE y sus autoridades siguen tomando medidas. Más de 40 organismos en toda Europa participaron en CASP 2024, analizando más de 600 productos de uso cotidiano (no solo infantiles), y creando un sistema de vigilancia más riguroso.
Pero la mejor red de protección es la que tejemos entre todos. Como madres, padres, cuidadoras y cuidadores, podemos fomentar un consumo más informado, exigir productos más seguros y reportar cuando algo falla.
Elegir con conciencia es proteger

Con campañas como CASP, la Unión Europea nos recuerda que comprar también es un acto de responsabilidad. Al elegir bien, denunciamos lo inseguro y apoyamos a los fabricantes que sí hacen las cosas correctamente.
Porque nuestros hijos merecen jugar, crecer y descubrir el mundo rodeados de productos que estén a la altura de su seguridad. Y porque ninguna advertencia vale más que la tranquilidad de saber que los estamos cuidando de verdad.