El verano para las familias es sinónimo de campamentos de verano, viajes, horarios locos y consumo de todo tipo de helados y alimentos azucarados. Nuevas “rutinas” que camuflan un mayor descontrol en la higiene dental de los más pequeños, ya que se suele descuidar más la salud bucodental.
La doctora Almudena Herraiz, ortodoncista en Janer Herraiz Ortodoncia, incide en que “mantener buenos hábitos en estos meses puede marcar la diferencia entre una sonrisa fuerte y la aparición de caries o enfermedades gingivales”.
Como padres podemos potenciar hábitos saludables en nuestros hijos e hijas pequeños aprovechando que en verano solemos pasar más tiempo de calidad con ellos, compartimos también más rutinas y, además, el reloj no suele apretar como lo hace durante el curso escolar.

Los consejos para cuidar la boca de los niños en verano
Sin rodeos, le hemos pedido a la doctora Almudena Herraiz una lista concisa de consejos prácticos para que los padres puedan ayudar a sus peques a cuidar su boca.
En total, la odontóloga apunta y explica ocho consejos “para un verano sin sorpresas en las bocas de los más pequeños”, puntualiza la doctora Herraiz. Nos detenemos en cada uno de ellos a continuación.
Mantener una buena higiene oral de una forma divertida
En esta época es muy importante seguir manteniendo la rutina diaria. Y esto pasa por ser inflexible con un hábito de higiene tan importante como es el lavado dental.
“Hay que lavarse los dientes, mínimo, dos veces al día, mañana y noche, durante dos minutos con movimientos suaves y circulares que cubran todas las superficies, incluso la lengua”, apunta la doctora Almudena Herraiz.
Para que a los niños y niñas les parezca divertido cepillarse los dientes y se les pase más rápido el tiempo, la experta recomienda enseñarles una canción infantil que dure aproximadamente dos minutos, para así hacer del cepillado un juego.

Usar el material adecuado para el cepillado
Usar un buen material para el cepillado de dientes “es muy importante, y sobre todo, enseñar desde bien pequeños cuál es”, subraya la doctora Almudena Herraiz. Así debe de ser un cepillo de dientes adaptado para niños según la especialista:
- Es importante que la cerda del cepillo sea suave para proteger el esmalte y las encías delicadas. Para los menores de 3 años, las cerdas deben ser extrasuaves, mientras que, para los niños mayores de 3 años, las cerdas suaves son más adecuadas.
- También es importante que el cabezal del cepillo sea pequeño y redondeado, para ajustarse adecuadamente a la boca del niño pudiendo llegar a todas las áreas de su boca, incluyendo las zonas más difíciles de alcanzar; un cabezal grande o de forma irregular puede dificultar el cepillado y causar molestias.
- Finalmente, el mango del cepillo debe ser ergonómico, antideslizante y adaptado a la mano del niño o del adulto que lo utiliza. A estos debemos sumarle: Una pasta de dientes entre 1.000 y 1.450 ppm de flúor y la posibilidad de un Hilo dental o arcos dentales, para así evitar la aparición de caries.
Llevar una dieta saludable
Durante las vacaciones se suelen cambiar los hábitos alimentarios y se tiende a comer peor, sobre todo por la incorporación de alimentos y bebidas azucaradas con mayor frecuencia.
Hay que intentar limitar el consumo de refrescos, dulces y alimentos procesados y azucarados, ya que estos incrementan el riesgo de caries y dañan el esmalte dental. Es más recomendable elegir opciones saludables como frutas frescas, verduras, pescados y especialmente no olvidar beber líquidos como el agua.

Mantenerse hidratado
Beber suficiente agua es importante para la salud en general y también para la salud bucodental. El agua ayuda a mantener la boca hidratada, lo que contribuye a la producción de saliva y a combatir las bacterias, protegiendo los dientes de la caries.
Usar protector bucal cuando se practican algunos deportes
Optar por que los más pequeños lleven protector bucal mientras hacen deporte ayuda a proteger los dientes ante caídas y golpes que puedan surgir, de esta manera se evita que se rompa algún diente. Deportes como el fútbol o el baloncesto dónde hay más contacto es interesante el uso de estos protectores.
Cambiar el cepillo de dientes antes y después del verano
La recomendación habitual es cambiar el cepillo de dientes cada tres meses, pero hay excepciones como en caso de enfermedad, que es mejor cambiarlo antes, sobre todo si lo guarda cerca de otros cepillos de dientes. También si vemos que las cerdas están desgastadas y no limpian correctamente, lo mejor es cambiar el cepillo.
Y finalmente, como los niños tienden a cepillarse los dientes con más fuerza, es posible que se necesite cambiar antes el cepillo, lo mejor es que como padres revisemos el estado de este.

No usar bicarbonato de sodio o limón para limpiar los dientes
Dos mitos muy conocidos son que el bicarbonato de sodio y el limón ayudan a blanquear y limpiar los dientes. Pero estas recomendaciones virales son muy peligrosas, sobre todo en niños, ya que pueden dañar el esmalte, producir sensibilidad dental y hacer que aparezcan caries.
La mejor opción es siempre seguir los consejos de un odontólogo, cualquier duda que tengas recuerda acudir a un profesional en vez de intentar usar remedios caseros de los cuales no hay una evidencia científica, sobre todo en niños, ya que puede ser aún más perjudicial.
Visitar al dentista al volver de vacaciones
Se recomienda pedir cita con tu odontólogo para una revisión rutinaria y comprobar que el verano no le ha pasado factura a tus dientes.

El verano no debe ser una excusa para relajar el cuidado bucodental. "Con una rutina sencilla (higiene guiada, control del azúcar, hidratación y revisiones periódicas), ofreceremos a los más pequeños la base de una salud oral duradera. Invito a todos los padres a convertir estos consejos en rutina y asegurar que, al volver al cole, lo hagan con una sonrisa radiante y libre de caries", concluye la doctora Almudena Herraiz.