El aspartamo es un edulcorante artificial presente, sobre todo, en alimentos sin azúcar y lights. ¿Por qué? Pues porque, pese a no llevar glucosa, es 200 veces más dulce y, además, no contiene calorías.

Su uso en alimentos fue aprobado por en 1981 y desde entonces no ha dejado de ser estudiado por la ciencia, pero hasta ahora no hay conclusiones sobre ello.
Aunque su uso se estima seguro para la mayoría de personas, en el año 2013, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer lo calificó como posible cancerígeno para los humanos. Sin embargo, no se llegó a nada porque los estudios en los que se basó para dar tal información fueron testaron el aspartamo en animales, no en personas.
Aspartamo como posible cancerígeno
Pese a que en 2013 no llegó más allá, ahora una nueva revisión científica llevada a cabo en conjunto por el Centro internacional de Investigaciones sobre el Cáncer y el Comité Mixto FAO/OMS de Expertos en Aditivos Alimentarios de la oMS y la Organización para la alimentación y la agricultura ha concluido que sus efectos podrían ser carcinógenos para el ser humano.
Por esta razón, la OMS acaba de declararlo como posiblemente cancerígeno para el humano. Eso sí, afirma que, aunque la evidencia científica es limitada, son las dosis altas de este compuesto las que podrían provocar, entre otros, carcinoma hepatocelular, un tipo de cáncer de hígado.
Por ello, el comité Mixto de Expertos en Aditivos Alimentarios mantiene la dosis diaria admisible entre los 0 y los 40 mg por cada kg de peso de la persona. “Por ejemplo, con una lata de refresco que contenga 200 a 300 mg de espartamo, un adulto que pesa 70kg necesitaría consumir más de 9 a 14 latas por día para exceder la ingesta diaria aceptable”, aseguran en la nota de prensa en la que han hecho públicos los resultados de la revisión.
Aunque, como decimos, se trata de un compuesto que llevan sobre todo los alimentos light, hay algunos alimentos cuyo consumo también es infantil donde también podemos encontrarlo, aunque sea en pequeñas proporciones.
Alimentos infantiles con aspartamo
De acuerdo a datos de la Asociación Española de Pediatría, la normativa europea actual prohíbe los edulcorantes artificiales en las fórmulas lácteas, los cereales y las comidas preparadas para niños pequeños. “Se puede añadir fructosa o sacarosa en cantidades limitadas”, explica. Además, asegura que no es aconsejable utilizar ningún tipo de edulcorantes en lactantes de entre 1 y 3 años.
“Los edulcorantes artificiales solo deberían usarse en la infancia, como alternativa, cuando otras formas de prevención de la obesidad no sean suficientes”, explica también en su página web.
No obstante, hay algunos productos que también pueden comer los niños con los que hay que tener cuidado y ver, antes de dejar que los tomen, si llevan una dosis de aspartamo que se encuentre dentro del límite para su peso:
- Chicles
- Algunos cereales: los que no llevan azúcar y tienen un contenido en fibra superior al 15%
- Bebidas refrescantes con gas
- Gelatina sin azúcar
- Algunos helados congelados
- Los helados sin azúcar o libres de azúcar
- Caramelos blandos masticables sin azúcar
- Yogures sin azúcar
- Kétchup sin azúcar
- Caramelos duros sin azúcar

Cabe destacar que no todos los modelos disponibles de los productos que dictamos arriba llevan al aspartamo entre sus ingredientes. Aunque solo algunos de ellos, sería recomendable leer la lista antes de decantarnos por uno u otro.
¿Cómo sustituir el aspartamo?
Como cualquier otro edulcorante, lo mejor es sustituirlo por alimentos caseros o no procesados. En este caso, edulcorantes naturales como los dátiles pueden ser una buena opción para endulzar los productos.