La organización sin ánimo de lucro que vela por los derechos de la infancia, Save The Children, alerta sobre la exposición de los niños y niñas españoles a las olas de calor y sus consecuencias. En su último informe, la asociación asegura que el 72,7% de los niños y niñas españoles han estado expuestos a olas de calor extremas en el último año, con los peligros que la ola de calor puede causar en los niños.
En su análisis, titulado 'Informe de políticas: El calor extremo y el desarrollo y el bienestar de los niños', Save The Children incide en que este ha sido el verano más cálido desde que hay registros a nivel global, citando datos del programa de observación europeo Copernicus. Para elaborar el estudio, la ONG ha analizado los datos de satélite del Servicio de Cambio Climático de Copernicus y también las estimaciones de la población infantil mundial de WorldPop.
La organización extiende su informe a un año completo, doce meses (julio de 2023 hasta junio de 2024) en los que uno de cada tres niños y niñas en el mundo, 766 millones de en total, estuvo expuesto a olas de calor extremas, entendiendo como tal el fenómeno meteorológico en el que se dan tres días consecutivos en los que se registra una temperatura superior al 1% de todas las registradas en ese lugar en los 30 años anteriores.
En este senti do, hay que añadir otro dato aportado por Save The Children: 344 millones de peques de todo el mundo han vivido en estos doce meses el máximo histórico de temperatura en su localidad al menos desde 1980. Otro estudio reciente refueza este informe de Save The Children ya que asegura que más de medio millón de los niños soportan el doble de olas de calor que hace 60 años.

Según la organización, la mayoría de niños y niñas afectados por las olas de calor extremas son los que viven en el sur de Asia. De hecho, en mayo de 2024, en la provincia pakistaní de Punjab, al menos 26 millones de niños y niñas, el 52% del alumnado del país, faltó a clase por el calor extremo. “Las olas de calor perturban la educación con el cierre de escuelas y la disminución del aprendizaje”, denuncia Save The Children apoyada por los datos de su informe.
En abril y mayo de 2024, más de 210 millones de niños y niñas faltaron a clase debido al calor extremo. En la provincia más poblada de Pakistán, Punjab, en mayo de este año, al menos 26 millones de niños y niñas -el 52% de todos los alumnos de preescolar, primaria y secundaria del país- faltaron a clase debido al calor extremo. “Los niños y niñas de todo el mundo están sufriendo olas de calor más intensas y frecuentes debido a la crisis climática. No solo pone en grave peligro su salud física y mental, sino también sus derechos como el de la educación”, asegura Andrés Conde, director general de Save The Children.
Aunque el informe es a nivel mundial, la organización también aporta datos sobre Europa y sobre España en particular acerca del impacto de las olas de calor en los niños y niñas. En concreto, el estudio asegura que el 72,7% de los niños y niñas del país han sufrido en el último año olas de calor extremas. Además, un 25,8% se han enfrentado a temperaturas que no habían experimentado en toda su vida, sin precedentes.

No es casualidad que cuestiones como la climatización y renaturalización de los patios estén de actualidad en el ámbito educativo. Por ejemplo, Madrid tiene un plan para combatir el calor en colegios que incluye dar más clases al aire libre, y también hay programas con fondos públicos para mejorar los colegios en este sentido. Uno de ellos ha permitido que la lona de la Puerta de Alcalá sea ahora un toldo para un colegio de Vallecas.
Para Andrés Conde, director general de la ONG Save The Children, “la crisis climática ya no es una amenaza lejana. Para los niños y niñas significa crecer en un planeta cada vez más inhabitable. Y aunque son los menos responsables, son los que más tienen que perder”.
La ONG denuncia que el calor extremo está provocando más hospitalizaciones infantiles y la prevalencia de afecciones respiratorias. Y, además, denuncia, como ya hemos dejado constancia, que “la crisis climática ataca el derecho a la educación”.