Ser Padres

Cómo mantener al bebé fresco en climas y días cálidos

Proteger al recién nacido y al bebé de las altas temperaturas es fundamental, incluso en casa. Te descubrimos algunos consejos útiles que te ayudarán a mantenerlo lo más fresco posible.

Ahora que nos encontramos a las puertas de la primera ola de calor del verano, tal y como ha anunciado la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), la cual comenzará hoy y se prolongará hasta el próximo domingo (aunque también se prevé que el lunes continúe haciendo mucho calor), es sumamente importante intentar mantener al bebé lo más fresco posible, especialmente en verano y, sobre todo, durante los días de mayor calor como los que, por ejemplo, están por llegar.

No hay duda que no siempre es fácil soportar el calor en verano, especialmente cuando hace muchísimo calor. Y cuando, además, nos encontramos con un bebé en casa, es fundamental tomar precauciones para mantenerlo lo más cómodo posible y evitar un golpe de calor.

Evitar las salidas no imprescindibles

Lo ideal sería que un recién nacido y un bebé no salga a la calle cuando el termómetro registre temperaturas de 26 o 27 ºC. Se encuentra en casa, tranquilo, conociendo tanto a su entorno más cercano como a sus padres. Por lo que, durante varias semanas, no es necesario que salga si no es estrictamente necesario.

Como recomiendan los pediatras, es sumamente aconsejable permanecer con el bebé tranquilos en casa durante las horas más calurosas, es decir, entre las 11 horas de la mañana y las 6 horas de la tarde.

Además, como veremos, es fundamental colocar al recién nacido o al bebé en la habitación más fresca de la casa.

No cubras demasiado al bebé

El hecho de tener un bebé pequeño en casa no significa que debamos cubrirlo como si fuera frágil. Cubrirlo demasiado es totalmente inútil. Y, además, también puede resultar peligroso, ya que podría correr el riesgo de sufrir de hipertermia o incluso un golpe de calor.

La hipertermia consiste en una temperatura corporal superior a lo normal, que suele situarse entre los 37 y los 37,5 ºC. A diferencia de la fiebre, que es un mecanismo de defensa frente a agresiones (como las infecciones), la hipertermia es un síntoma de autorregulación de la temperatura corporal frente al calor o un esfuerzo físico.

¿Los síntomas? Sensación de calor o frío, mayor sudoración, escalofríos, dolor muscular, dolor de cabeza y piel enrojecida.

Para evitarlo, es imprescindible usar ropa ligera, cómoda y holgada. Y, en caso de tener que salir a la calle con el bebé, usar también un sombrero o gorro. Sin olvidarnos del protector solar.

Cuidado con el cochecito del bebé al salir de casa

Foto: Istock

Hidratación del bebé en veranoFoto: Istock

Incluso aunque tengamos el mejor cochecito del mercado, en verano puede acabar convirtiéndose en un auténtico horno. Por lo que debemos asegurarnos que se encuentra bien ventilado.

Lo recomendable es cerrar la capota para mantenerlo protegido del sol, pero controlando la temperatura interior con frecuencia, porque puede terminar calentándose muy rápido. Es conveniente también optar por colocarlo frente a nosotros para mantenerlo en contacto visual, y monitorear con ello su estado en todo momento.

Mantener una ventilación adecuada (sin corrientes de aire)

En caso de que tengamos en casa aire acondicionado, o un ventilador, podemos usarlos perfectamente cuando el bebé se encuentra en casa, en un clima muy caluroso o en los días de mayor calor.

Pero debemos tener especial cuidado: no debemos exponerlo a corrientes de aire, y tratar de mantener una temperatura no inferior a los 20 ºC.

¿Por la noche? Con el pañal es suficiente

En ocasiones, cuando nos encontramos en medio de una ola de calor, suele ser común que la noche no refresque o que, incluso, haya aún más calor simplemente por el hecho de que no corre nada de aire.

Lo cierto es que no es necesario ponerle el pijama al bebé si hace mucho calor en casa. De hecho, con el pañal puede ser más que suficiente. Eso sí, si nos preocupa que tenga frío, opcionalmente podríamos ponerle un body de algodón ligero, que no sea demasiado ajustado.

La hidratación es imprescindible

Cuando hace mucho calor, es conveniente hacer que el bebé beba con más frecuencia de lo habitual, lo que ayudará positivamente a la hora de compensar el calor.

También hay quien recomienda invertir en nebulizadores, que puede ser útil a la hora de mantener el ambiente algo más fresco a lo largo de todo el día.

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