Cuando preguntamos a una mujer cómo recuerda su embarazo, es posible que a algunas (las menos) les vengan a la mente la parte menos glamorosa de la gestación: el cansancio, los kilos de más...
La mayoría, sin embargo, te hablará sobre todo de lo bien que se sentía cuando esperaba a su bebé.
Y es que aunque el embarazo acarree ciertas molestias, también tiene cosas muy buenas.
El sexo puede ser inmejorable
Durante el embarazo las relaciones sexuales pueden ser especialmente placenteras.
No tienes que preocuparte de usar anticonceptivos, las hormonas mejoran la lubricación genital y aumentan la sensibilidad de las zonas erógenas y la mayor congestión vascular en la pelvis también facilita una mayor satisfacción sexual.
Todo el mundo te mima
Cuando estás embarazada parece que los astros se alinean para hacerte sentir importante. ¡Y es que lo eres!
Llevas dentro a un bebé al que, sin que haya nacido, ya todos quieren. Y tienen que cuidarte para que estés bien y todo se desarrolle con normalidad: no te dejan trabajar mucho en las tareas de casa, ni coger peso…
Probablemente, si ellos no estuviesen lo harías sin problemas, pero si tu pareja o familiares no te permiten hacerlo, ¡aprovéchate! Es tu momento.
No te sientas culpable porque te cedan el asiento en el autobús o te dejen adelantarte en la cola de la caja del supermercado. Piensa que debido al aumento del volumen sanguíneo (entre un 35 y un 40% más), ahora retienes más líquidos, lo que puede provocarte varices y pesadez en las piernas, por lo que debes evitar estar mucho tiempo de pie.
Tienes la excusa perfecta para cuidarte. Esta vez es la progesterona la responsable de que vivas los primeros meses del embarazo en un permanente estado de sueño y cansancio. Así que, por una vez en la vida, déjate llevar por la pereza.
Eres feliz y eso se nota
Vas sonriendo por la vida como una tonta, te emocionas fácilmente y te sientes llena de energía, con más ganas de hacer cosas que nunca.
¿Pero no deberías estar cansada ahora que estás tan gordita?
Aunque todas las futuras madres pasan por momentos de incertidumbre por cómo será el parto y cómo transcurrirá ese momento tan esperado, la mayor parte del tiempo suelen dejarse llevar por el optimismo. Ser madre colma de alegría su vida a nivel personal y eso se refleja a nivel de pareja(se ve culminado un proyecto de vida en común) y a nivel familiar (porque los abuelos también han soñado unas cuantas veces con ese momento…).