Un estudio de la la universidad de Toronto ha publicado avances que pueden ser trascendentales en la detección precoz de los bebés denominados “pequeños para la edad gestacional”, PEG, por sus siglas en inglés. Estos bebés son aquellos que “presentan una longitud y/o peso por debajo de lo considerado adecuado para su edad gestacional”, explica la Asociación Española de Pediatría. En España, informa la misma fuente médica, entre el 3 y el 5% de los recién nacidos son PEG: nacen cada año en nuestro país alrededor de 15.000 niños y niñas que son pequeños para la edad gestacional.
Para entender bien lo que es un bebé PEG, la Asociación Española de Pediatría pone el siguiente ejemplo: “un niño que nace sietemesino y pesa 1.800 o 2.000 gr tiene un peso adecuado para su edad de gestación porque ha sido prematuro; en cambio, un niño a término (9 meses de embarazo) que pesase lo mismo, sería PEG”.
Según el NIH (Instituto Nacional de Salud estadounidense), un bebé PEG es aquel que nace por debajo del percentil 10. En esta noticia te contamos cuáles son los percentiles normales del crecimiento fetal en cada semana del embarazo, para que tengas la referencia si lo deseas. Y en esta otra, te contamos qué son los percentiles de talla y peso en bebés y cómo interpretarlos.

Esta cuestión, en cualquier caso, no es menor, dado que tiene un impacto potencial en la salud y desarrollo del bebé. De hecho, como advierte la Asociación Española de Pediatría, si un recién nacido es PEG, esta consideración debe constar de forma obligatoria en su Libro de Salud Infantil. El pediatra tendrá en cuenta esta información a lo largo su desarrollo y crecimiento.
Que un bebé sea PEG no se debe únicamente a una cuestión: “puede ser debido a diversas causas, como problemas maternos (enfermedades), de la placenta o del propio feto”, indica la asociación de referencia en España en cuestiones pediátricas.

Detección de los bebés PEG: avance importante
En la actualidad no existen métodos fácilmente disponibles para que el personal sanitario especializado en ginecología pueda detectar de forma precoz fetos con riesgo de convertirse en bebés PEG al nacer.
Así lo advierten los investigadores de la universidad de Toronto que han liderado un estudio reciente que ha aportado conclusiones que pueden ser trascendentes acerca de esta cuestión en el futuro. El estudio, que fue liderado por Isabella Caniggia y financiado por el NIH, se titula ‘El perfil lipídico de las vesículas extracelulares placentarias circulantes durante el embarazo identifica el riesgo de restricción del crecimiento fetal’ y fue publicado el año pasado en la revista Journal of Extracellular Vesicles.
Según los investigadores, estudios precedentes demostraron que la placenta libera vesículas extracelulares (VE) en el torrente sanguíneo de la madre desde el comienzo del embarazo. Estas vesículas extracelulares, de diminuto tamaño, permiten la comunicación intracelular, y son un vehículo de transferencia de propiedades, lípidos y ARN. “Estas vesículas, captadas por muchos tejidos de la madre y el feto, transportan moléculas que influyen en los tejidos que las absorben”, se lee en el citado estudio.
Al aislar las VE de la sangre materna de 236 personas que dieron a luz y analizar las muestras, se percataron de que las VE de los embarazos que dieron lugar a bebés PEG “tendieron a ser más grandes que las de los embarazos con bebés no PEG, sobre todo al final del embarazo”.
Además, agregan los investigadores, “al comienzo del primer trimestre del embarazo hubo menos VE en los embarazos con PEG que en los embarazos con bebés no PEG”. Y el contenido de lípidos (distintos tipos de grasa) también varió entre las VE de embarazos con bebés PEG y los embarazos con bebés no PEG desde el primer trimestre, concluyen.

Por todo lo expuesto, los investigadores llegaron a la conclusión de que “la composición de los lípidos de las VE placentarias procedentes de la sangre materna podría indicar un mayor riesgo de restricción del crecimiento fetal y ayudar a predecir la probabilidad de que un bebé nazca pequeño para la edad gestacional”. Dicho de otro modo, han descubierto unos hallazgos que, con futuras investigaciones, podrían ayudar a desarrollar un método accesible y fiable para predecir si un feto puede ser un bebé PEG al nacer.
De esta forma, identificando de forma precoz posibles fetos PEG, concluye el NIH, “los embarazos podrían monitorearse para detectar complicaciones”.