La propuesta de la Comunidad de Madrid de modificar la estructura de la Educación Secundaria Obligatoria ha generado una ola de preocupación entre los institutos y colegios públicos de todo el país. La iniciativa, que busca trasladar los dos primeros cursos de la ESO a más de cincuenta colegios de educación primaria, ha sido duramente criticada por diferentes federaciones estatales, que temen un cambio radical en el modelo educativo. La situación ha encendido las alarmas en otras comunidades, ante el riesgo de que esta medida se extienda a nivel nacional, te contamos lo que está pasando.
Incertidumbre a pocas semanas de la escolarización
Las federaciones estatales que representan a institutos y colegios públicos, como son FEDADI y FEDEIP, han solicitado al Ministerio de Educación una regulación específica para evitar la proliferación de este modelo en otras comunidades autónomas. La preocupación, principalmente, radica en que esta reforma rompe con el esquema educativo establecido en las últimas leyes y según ellos, podría afectar a la calidad de la enseñanza secundaria. Además, los docentes y directores de institutos alertan sobre la falta de información y de planificación que está habiendo por parte del gobierno madrileño.
En los últimos días, la tensión está creciendo entre el profesorado madrileño, especialmente en los equipos directivos de los institutos, ya que desconocen los detalles técnicos del plan. La segunda semana de marzo comienza el proceso de escolarización en la región y, hasta la fecha, el gobierno de Isabel Díaz Ayuso no ha proporcionado información clara sobre cómo se implementará la reforma. Rosa Rocha, presidenta de la Asociación de Directores de Instituto de Madrid, advierte sobre la posible ilegalidad de esta medida, mientras que desde Comisiones Obreras se señala que el plan supone una "impugnación total al sistema educativo".

Debate sobre la viabilidad de la medida
Los directores de colegios e institutos de otras regiones también han expresado su preocupación ante la posibilidad de que este modelo se replique en otros territorios gobernados por el Partido Popular. Jorge Delgado, presidente de FEDEIP, subraya la necesidad de una regulación estatal que garantice una implantación planificada y equitativa. Por su parte, Toni González, presidente de FEDADI, insiste en que cualquier cambio de esta magnitud requiere un análisis profundo sobre sus ventajas e inconvenientes.
Más allá de la legalidad del proyecto, también hay un debate sobre su pertinencia. Mientras los directores de institutos defienden la continuidad del modelo actual y destacan el trabajo pedagógico que se realiza en secundaria, algunas asociaciones de colegios de educación infantil y primaria ven con buenos ojos la posibilidad de que los alumnos de 12 y 13 años permanezcan en sus centros dos años más antes de dar el salto a la ESO.

Centros afectados y falta de infraestructuras
Un total de 52 colegios públicos serán los primeros en aplicar este cambio, muchos de ellos ubicados en zonas periféricas de Madrid, que cuentan con carencias de infraestructuras educativas. Un caso emblemático es el del CEIP Alfredo di Stéfano, en Valdebebas, donde los alumnos de 1º de la ESO han tenido que quedarse en el colegio debido a la falta de un instituto público. Ante la demora en la construcción del nuevo centro, las familias se enfrentan a una elección complicada, ya que las opciones son que los niños estudien en barracones o, por el contrario, decantarse por un colegio concertado.
Una decisión que marcará el futuro del sistema educativo

Sin duda podemos decir, que la falta de información y la rapidez con la que se pretende implementar esta reforma, ha generado cierta incertidumbre en la comunidad educativa. La petición de una regulación estatal por parte de los docentes y directores refleja la necesidad de abordar este tipo de cambios con un análisis profundo y una planificación adecuada. En los próximos meses, se definirá el rumbo de esta polémica medida y su posible expansión a otras comunidades autónomas.