Pocos de nosotros podemos resistirnos a un huevo cocido acompañando una deliciosa tostada integral de salmón ahumado un domingo por la mañana. Y es que se convierte en un alimento altamente nutritivo, al ser una fuente excelente de proteínas de alta calidad, en especial la clara, que también incluye cantidades interesantes de vitamina B2. ¿Sabes por qué es bueno el huevo durante la lactancia?
Beneficios nutricionales del huevo durante la lactancia
El huevo es un alimento versátil que se puede preparar de diversas maneras. Desde huevos cocidos hasta tortillas, las opciones son variadas y pueden adaptarse a diferentes gustos.
Proteínas de alta calidad y nutrientes esenciales
El huevo es rico en vitamina B2, C, B6 y B12, selenio, zinc, hierro y cobre, así como vitamina E, K y lecitina. Además, dependiendo de la alimentación de las gallinas, es posible que algunas marcas de huevo también proporcionen ácidos grasos omega-3. Sea como fuere, no hay duda que los huevos son una fuente “completa” de proteínas al contener los nueve aminoácidos esenciales, que son los que no podemos sintetizar en nuestro cuerpo, y debemos obtener a partir de la dieta.
Impacto en la salud del bebé
Los nutrientes presentes en los huevos, como las vitaminas y los minerales, se transfieren a través de la leche materna, contribuyendo al desarrollo saludable del bebé. La vitamina B12, por ejemplo, es esencial para la formación de glóbulos rojos y el mantenimiento del sistema nervioso, mientras que el hierro es crucial para prevenir la anemia en el bebé. Además, el consumo de proteínas de alta calidad puede influir positivamente en el crecimiento y desarrollo muscular del bebé. Los aminoácidos esenciales presentes en los huevos son fundamentales para la síntesis de proteínas en el cuerpo.
Aunque muchos conocen ya muchos de sus beneficios, ¿sabías que comer huevos durante la lactancia puede, además, ayudar a reducir la probabilidad de que el bebé desarrolle una alergia al huevo?

Reducción del riesgo de alergia al huevo en bebés
Hay una lista de los conocidos como 14 alérgenos alimentarios que hay que vigilar, y el huevo es uno de ellos.
¿Qué es la alergia al huevo?
La alergia al huevo es una de las alergias alimentarias más comunes, especialmente en niños. Se produce cuando el sistema inmunológico del cuerpo reacciona de manera inapropiada a las proteínas presentes en el huevo, produciendo anticuerpos IgE que desencadenan una respuesta alérgica. Los síntomas pueden variar desde leves, como urticaria y problemas digestivos, hasta más graves, como dificultades respiratorias y, en casos raros, anafilaxis.
La alergia al huevo suele manifestarse en los primeros años de vida, a menudo alrededor del primer año. La clara de huevo es generalmente más alérgica que la yema, debido a su mayor contenido en proteínas que pueden desencadenar reacciones alérgicas.
Importancia de la introducción temprana de alimentos alergénicos
Normalmente el huevo se introduce en la alimentación complementaria de forma progresiva, de modo que se puedan controlar las posibles reacciones adversas. La introducción temprana de alimentos potencialmente alergénicos, como el huevo, puede ayudar a reducir la incidencia de alergias alimentarias en los niños. La exposición controlada y gradual a estos alimentos puede permitir que el sistema inmunológico del bebé se adapte y tolere mejor estas proteínas.

Detalles del estudio de la Universidad de Australia Occidental
Según una nueva investigación llevada a cabo por científicos de la Universidad de Australia Occidental, cuando la mamá consume huevos durante la lactancia materna puede ayudar a disminuir la probabilidad de que el bebé desarrolle una alergia al huevo.
¿Qué indica el estudio?
Los investigadores encontraron que los casos de alergias al huevo son cuatro veces menos probables cuando los bebés han estado expuestos a leche materna que contenía proteína de huevo. Y, de acuerdo a los científicos, esta investigación “muestra que la protección podría inducirse a través de la lactancia materna, y antes de la introducción de cualquier alimento sólido en la dieta del niño”.
Esto significa que, como indican los expertos de Allergy UK, además de comer huevos durante la lactancia, podría valer la pena introducir el huevo (así como otros alimentos potencialmente alergénicos) al comienzo del proceso de destete, también por, exactamente, la misma razón. Como manifiestan los propios autores del estudio, “la investigación proporciona tranquilidad adicional para las mamás y otros miembros de la familia de que los huevos se pueden disfrutar durante la gestación, mientras las mamás están amamantando y, además, también al principio del proceso de destete”.
Recomendaciones para el consumo de huevo durante la lactancia
Y van a más: “dadas las preocupaciones de muchas madres sobre el riesgo de alergias infantiles, es bueno saber, a partir de esta nueva investigación, que comer huevos durante la lactancia puede proporcionar una ventaja adicional”. Eso sí, debemos recordar algo imprescindible: es fundamental que el huevo se haya cocido adecuada y completamente, evitando preparaciones en las que se utilice el huevo crudo o poco cocinado.

Consideraciones sobre la alergia al huevo
A menudo aparece temprano, alrededor del año de edad. Y se calcula que, siempre y cuando se respeten las indicaciones del especialista, los niños tienden a recuperarse en el 50 por ciento de los casos, pasando de una verdadera alergia a una intolerancia. No obstante, aunque suele aparecer muy pronto en más del 60 por ciento de los casos se cura espontáneamente a alrededor de los 4 años de edad.
Diferencias entre la clara y la yema
La clara y la yema del huevo tienen composiciones diferentes, lo que influye en su potencial alergénico. La clara de huevo contiene varias proteínas que son las principales responsables de las reacciones alérgicas, como la ovomucoide y la ovoalbúmina. Por esta razón, la clara es generalmente más alérgica que la yema, que contiene menos proteínas alergénicas. Si hay antecedentes familiares de alergias alimentarias, puede ser aconsejable hablar sobre el consumo de huevos con un médico para tomar las precauciones necesarias.
Síntomas comunes de alergia al huevo
Cuando el niño tiene alergia al huevo, es común que surjan algunos síntomas típicos como respiratorios (rinitis y asma), dermatitis atópica, urticaria, conjuntivitis, dolor abdominal y vómitos. En casos muy raros también es posible que ocurra un shock anafiláctico. Los síntomas de anafilaxis incluyen dificultad para respirar, hinchazón de la garganta y una caída repentina de la presión arterial.
Consejos para el manejo de la alergia
Los huevos pueden estar presentes en muchos productos. Trabajar con un dietista o nutricionista puede ser útil para garantizar que el niño reciba una dieta equilibrada sin huevo. Hay que seguir siempre las recomendaciones médicas y no realizar autodiagnósticos.