Bollos caseros para el desayuno y la merienda que no son el de yogur de toda la vida
Si estáis un poco aburridos de comer siempre el mismo bizcocho casero en casa, esta pieza te interesa porque te damos hasta cinco alternativas diferentes para que podáis probar nuevas versiones de este dulce.
La innovación en la gastronomía está a la orden del día pero hay clásicos que nunca mueren. Y menos mal que no lo hacen. La tortilla de patata y las croquetas son los mejores ejemplos en el universo salado, y ningún dulce representa la tradición como lo hace el bollo de la abuela, el bizcocho de yogur toda la vida.
Está buenísimo en clave minimalista. Esponjoso, rico para tomar con el café, en el desayuno o en la merienda, mojado o en seco… No le hace falta nada más. Pero es verdad que el bollo es una elaboración muy versátil, que admite todo tipo de ingredientes y pequeños cambios al gusto. Además, con el boom de las redes, hay tantas opciones que solo hay que replicar paso por paso en casa que a veces apetece variar un poquito, aunque solo sea por comparar y ver si están tan buenos como el original.
Nosotros hemos recopilado cinco de los bollos que no son iguales al de yogur de toda la vida que nos gustan especialmente. Son los siguientes, pero para que no se quede en teoría superficial el tema te adjuntamos además una receta de cada uno de ellos para que puedas probarlos:
Coca de calabaza
Este bollo valenciano es una locura. Imposible que no os guste en casa. Una de las pocas buenas noticias de que llegue el otoño es que empieza la temporada de las calabazas valencianas, dulces y ricas como pocas, ideales para preparar un dulce con esta hortaliza asada previamente y con su característica costra superior de azúcar y canela.
Si no queréis hacer la versión clásica y dulce, con la calabaza podéis preparar también bollos más originales y saludables como es el caso de esta receta de @hoycomemossano que incluye el kéfir junto a la calabaza.
Banana bread
Si te gustan los bollos dulces que no necesitan para serlo una cantidad elevada de azúcar u otro edulcorante artificial, el banana bread es tu elección. La base, al estar hecha con plátanos maduros, es ya de por sí muy dulce, y es también la que aporta ese color oscuro al bollo tan característico.
Tienes muchísimas versiones a tu disposición en la red. Esta de Laura Ponts es una de nuestras favoritas dentro de las que hemos probado. Tienes la lista de ingredientes y el paso a paso aquí
Bizcocho de jengibre
El jengibre es un tubérculo maravilloso, uno de esos ingredientes realmente especiales, incomparables, que aporta matices únicos a distintos platos, tanto salados como dulces. Va como anillo al dedo para hacer bizcochos originales y tan ricos como el de toda la vida. Un ejemplo es esta versión con limón firmada por María Cosbel, del que puedes seguir el paso a paso aquí.
Bizcocho de zanahoria
El boom reciente de la carrot cake ha hecho que ya no nos parezca extraño utilizar la zanahoria en clave dulce. Pues bien, si te gusta la carrot te encantará la versión simplificada, el bizcocho de zanahoria, que podéis comerlo tal cual en casa o añadir si queréis un frosting de queso crema similar al que lleva la tarta, como hacemos con la nata y el roscón en Navidad.
Es un dulce imprescindible que podéis preparar siguiendo esta receta de Teresa Vivancos.
Bizcocho de naranja
La versión más extendida del bizcocho de yogur tradicional es la que incorpora ralladura de naranja a la receta para aportarle un matiz muy distinto a la masa. El resultado no deja indiferente a nadie: o te encanta o no te gusta nada, pero como estamos convencidos de que la mayoría formamos parte del primer grupo, te lo recomendamos por si nunca lo has preparado así.
Para que a los peques les guste más si cabe, nos encanta la vuelta de tuerca que le da a la receta Marta Verona, que le añade también cacao. La icónica mezcla de cacao y naranja llevada al bizcocho. ¡Imprescindible!