Normalmente, los ovarios producen un folículo cada mes, el cual madura hasta que es liberado en las trompas de Falopio. Sin embargo, cuando se trata de aumentar las posibilidades de embarazo, la estimulación ovárica puede ser de mucha ayuda a la hora de producir más de un óvulo, por lo que las posibilidades de un tratamiento de fertilidad exitoso se multiplican.
¿Qué es y en qué consiste la estimulación ovárica?
La estimulación ovárica es la etapa del tratamiento de fertilidad donde los ovarios son inducidos, de forma artificial, con medicación, para producir más de un óvulo.
Es decir, se trataría de ayudar a la naturaleza cuando el embarazo tarda en llegar, y ese retraso se debe, principalmente, a la existencia de una anomalía o un trastorno en la ovulación.
Como señalan los expertos, una mujer que no ovula, o que tiene ciclos menstruales cada cuarenta días, no tiene prácticamente ninguna posibilidad de quedar embarazada: concretamente, sus posibilidades no superan el 4 o 5 por ciento anual.
Entonces, al estimular sus ovarios, la mujer puede tener las mismas posibilidades de embarazo que cualquier otra joven sin problemas relacionados con la ovulación: del 20 al 25 por ciento para una mujer menor de 35 años de edad.
¿Cómo funciona la estimulación ovárica?
En realidad, existen dos tipos de estimulación ovárica. Por un lado, aquel tratamiento cuyo objetivo principal es el de reproducir la fisiología natural de la mujer. Para ello, se estimulan los ovarios con la finalidad de obtener uno o dos óvulos (folículos) maduros.
Es el caso, por ejemplo, de las estimulaciones ováricas simples con la finalidad de corregir un trastorno de la ovulación, en caso de anomalía del ciclo menstrual, insuficiencia ovárica o síndrome de ovarios poliquísticos. O a la hora de prepararla para la inseminación artificial.

Por otro lado, nos podemos encontrar ante una estimulación en el contexto de un tratamiento de fecundación in vitro (FIV). El objetivo en este caso es recuperar el máximo número de ovocitos a la vez, de 10 a 15.
Para conseguirlo, se realiza una hiperestimulación ovárica controlada, en la que los ovarios se estimulan con una dosis doble de fármacos, en comparación con una única estimulación.
¿Cómo se realiza?
Existen distintos tipos de tratamientos disponibles. Sin estimulación, los ovarios únicamente producirán un solo folículo y un óvulo maduro en cada ciclo menstrual (mes).
En la mayoría de los tratamientos de FIV se incluyen inyecciones subcutáneas, que contienen hormona estimulante del folículo (FSH); en este caso, el tratamiento se realiza durante 8 a 12 días, hasta que se desarrollan múltiples folículos maduros.
También están los fármacos a base de citrato de clomifeno, aunque este tipo de estimulación tiene la desventaja de no ser muy precisa. A pesar de ello, pueden ser realmente prácticas y útiles en mujeres jóvenes y en caso de ovarios poliquísticos.
¿Tiene efectos secundarios?
Como cualquier otro tratamiento a base de fármacos, la estimulación ovárica puede tener algunos efectos secundarios. Y el riesgo más común suele ser el síndrome de hiperestimulación ovárica, aunque es muy raro (y suele estar muy vigilado).
Se estima que, en el 1 por ciento de los casos muy graves, puede requerir hospitalización, porque puede aumentar el riesgo de embolia pulmonar o trombosis.
¿A qué edad se debe realizar la estimulación ovárica?
En realidad, depende tanto de la edad como del caso específico. Por ejemplo, una mujer menor de 35 años de edad, que tiene ciclos regulares, puede esperar un poco, mientras que para una mujer joven que solo tiene la menstruación dos o tres veces al año, no tendría sentido esperar. Por lo que, en caso de duda, lo mejor es consultar al médico.