Cómo jugar con un bebé de 1 semana
El juego para un niño siempre será una de las mejores herramientas para fomentar su desarrollo. Y jugar con el pequeñín ya incluso desde la primera semana puede ser una idea más que magnífica. Estas son algunas ideas para que potenciéis sus sentidos y empiece a entender su entorno.
¡Ya está con vosotros! El pequeñín que lleváis tanto tiempo esperando conocer por fin ha llegado al mundo. Y ahora, además de querer satisfacer todas sus necesidades esenciales, ya desde el primer momento seguro que también queréis que, ante todo, sea feliz y aprenda muchísimas cosas.
Pues bien, qué mejor que echar mano del juego para ello. Jugar es la principal actividad que ayuda a los bebés a moverse, a socializar, a aprender a comunicarse y a empezar a entender su entorno. Así que… ¿Por qué no jugar con ellos desde la primera semana? Veamos algunas ideas.

familia
Lo primero que hará un bebé durante el primer mes interactuando con sus padres es conocer el tacto, el sonido de las voces o el aspecto de las caras. Y es que, incluso siendo tan pequeños ya están preparados para ir poco a poco comprendiendo el mundo que los rodea. Les encanta observar e ir identificando los rostros de sus padres, así como reconocer sus voces u otros sonidos de su alrededor.
Por eso, lo mejor que se puede hacer es facilitar la estimulación de los recién nacidos. ¿Cómo? Acariciándoles suavemente, ofreciéndoles sonidos tranquilizadores o hablarles y mirarlos con sonrisas. Así como por supuesto lo que podéis hacer es jugar juntos.
Aprendiendo a comunicarse
Aunque sea muy pequeño, podéis interactuar con él. Observad cómo se mueve o cómo medio balbucea cuando le habláis. Lo que debéis hacer es “respetar turnos”, como si el bebé estuviera contestando. Es una manera de que aprenda a comunicarse.
Agilizando el oído
Es muy habitual que entre los regalos de los familiares y conocidos para el recién nacido haya algún sonajero. No obstante, también se puede utilizar cualquier objeto que emita algún sonido para esta actividad. Podéis coger al bebé, recostarlo sobre vuestro cuerpo y sacudir frente a su carita el sonajero, asimismo podéis hacerlo primero en un lado, y después en el otro. Tened cuidado de no hacer un ruido demasiado estridente para que no se asuste.
Otro ejemplo para agilizar su sentido auditivo es poner música tranquila, sostenerlo en brazos y balancearse suavemente al ritmo con él encima.
Desarrollando la vista
Seguramente hayáis notado que la visión del pequeño es algo limitada, y es que, es totalmente normal que no note o no aprecie las cosas que están lejos. Eso sí, si colocáis algo que esté dentro de su campo de visión (entre unos 20-25 centímetros) de repente conseguiréis llamar más su atención. Pensad que es algo natural, a esa distancia suele tener el alimento cuando le dais de comer.
Para potenciar su destreza visual, podéis jugar con pequeñas marionetas para dedos. Mientras el bebé está tumbado boca arriba o en su sillita, debéis colocar las marionetas en los dedos índice y acercarlas hasta que entren en su campo de visión y las enfoquen con sus ojos. A partir de ese momento haced un pequeño diálogo entre el muñeco y el bebé. Recordad que probablemente todavía no sea capaz de seguir los movimientos de la marioneta ni con sus ojos ni con su cabeza. Irá poco a poco adquiriendo esta habilidad. Si no tenéis este tipo de marionetas podéis comprarlas o fabricarlas con cartulinas de colores.
De hecho, para mejorar su sentido de la vista podéis hacer muecas para que a la vez vaya familiarizándose con las diferentes expresiones faciales o también darle algún juguete adecuado a su edad con colores y patrones contrastados. Esto estimulará su visión.