La emoción es fundamental para que se produzca el aprendizaje y así lo explica Elsa Punset

En la base de cada pensamiento racional hay una emoción y es por eso, según la conocida escritora y divulgadora Elsa Punset, por lo que tenemos que educar las emociones en la infancia.
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Es considerada como una de las principales referencias de habla hispana en el campo de la inteligencia emocional como herramienta para el cambio positivo. Elsa Punset es divulgadora y escritora leída por miles de personas en todo el mundo. En sus libros destaca la búsqueda de respuestas en torno al ser humano y la neurociencia, además ha estudiado las emociones humanas y la inteligencia emocional y sus importantes aplicaciones.

Elsa Punset apunta a la importancia de la emoción en el aprendizaje durante la infancia pero no solo en esta etapa vital, ella señala que en la base de cada pensamiento racional que tenemos, hay una emoción y por eso considera “tan importante educar las emociones de los niños porque es educar su cerebro entero.”

En algunas de las numerosas charlas y conferencias que ofrece habitualmente, Elsa Punset ha puesto el foco en que “nuestras emociones son entrenables, en la escuela no solo podemos aprender lengua o matemáticas, también podemos enseñar autocontrol, optimismo, serenidad, alegría y estas emociones tienen un enorme impacto sobre su inteligencia, sobre su salud física.”

La emoción como el motor para aprender

Es verdad que el sistema, como también señala Elsa Punset, no está pensado para hacer sitio a las emociones “de la manera más transversal posible” aunque hemos mejorado con el paso del tiempo y ahora hacemos algo que antes no se hacía y es que “ahora preguntamos a los niños si son felices porque entendemos que la felicidad no es un lujo biológico ni una frivolidad ni un egoísmo.”

Y aunque sabemos de su importancia, en algunas ocasiones si revisamos nuestro comportamiento como adultos, reconoceremos que como ella misma apunta en sus charlas “muy a menudo en una casa unas emociones son bienvenidas y las otras no”.

Es un error que cometemos a veces las madres y los padres y también en ocasiones las profesoras y los maestros, Elsa Punset señala la importancia de que se necesita “un gran trabajo que hacer en formación de profesorado, pero estamos ahí y en este sentido podemos ser muy optimistas.”

Ella señala que los seres humanos “llevamos siglos conduciendo o guiando a las generaciones que van viniendo, transmitiéndoles conocimientos” y es una labor que hacemos tanto en casa como en los últimos decenios, en lugares específicos como pueda ser la escuela o el colegio.

Siempre acompañando, no forzando, siempre ayudando a los niños “a encontrar soluciones sin imponérselas” aunque a veces, en casa, las madres y los padres tenemos demasiado poco tiempo para conseguirlo y “vamos con mucha prisa y no es la solución. Educar es ayudar al niño a que sea autónomo, cada día más autónomo” y para eso necesita tiempo y apoyo por nuestra parte.

La necesidad vital de emocionarnos

Para aprender, para vivir y para gestionar incluso las emociones que pueden ser más perjudiciales, porque a Elsa Punset no le gusta hablar de emociones negativas o positivas, ya que es firme defensora de que todas las emociones son necesarias para un desarrollo saludable.

Ella defiende que “las emociones impactan mucho en la inteligencia de los niños y cualquier emoción es como una carta de colores, con muchas graduaciones” que conviene aprender a distinguir, a nombrar y a gestionar.

Elsa Punset concluye al hablar de la importancia que tienen las emociones en el aprendizaje y en la vida, que podemos aprender a distinguir nuestras emociones a partir de cómo miramos a los demás.

Ella expone la necesidad de que debemos ser compasivos “con cada persona con la que te cruzas porque todo el mundo libra una dura batalla. La vida diaria no es fácil y está llena de pequeños dolores y frustraciones y por eso, una de las cosas a las que doy mucha importancia es a lo que más ayuda a las personas para superar obstáculos, que es el afecto de los demás. La mirada que tenemos sobre los demás, da alas a los demás.”

Y como ella misma afirma, esto “no es magia, es inteligencia emocional.”

Las emociones y saber gestionarlas, son fundamentales en el desarrollo saludable de los niños.

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