La mayoría de la población sabemos qué es la dermatitis atópica. La asociamos con una piel más seca, que pica y con la aparición de eccemas que hacen que los niños se rasquen. Lo que no sabemos es el impacto en la calidad de vida de estos pacientes. Aunque no se trate de una afección que ponga en peligro su vida, sí genera un gran golpe emocional en su día a día, llegando a ser la causa de problemas escolares, conductuales, depresión y ansiedad.

¿Qué es la dermatitis atópica?
Es una enfermedad crónica de la piel que afecta a entre el 15 y el 20 % de la población infantil en España. La lesión característica de esta patología es el eccema y provoca prurito (picor), que puede ser muy intenso, llegando incluso a afectar a la calidad de vida del niño.
Otros síntomas
La dermatitis atópica son piel seca, manchas de color rojo, especialmente, en manos, pies, tobillos, parte superior del pecho, párpados, parte interna de los codos y las rodillas y, sobre todo en los bebés, en el rostro y el cuero cabelludo. También, pueden aparecer pequeñas protuberancias que pueden supurar y, del rascado, la piel puede inflamarse e, incluso, quedarse en carne viva.
¿Qué causa esta patología?
La piel sana conserva la humedad, está hidratada y se protege de bacterias, alérgenos o irritantes. Sin embargo, cuando se sufre dermatitis atópica no ocurre así. “Este problema de salud tiene una base genética que produce una alteración de los mecanismos de la función barrera defensiva de la piel, facilitando la aparición de sequedad de la misma, junto con una activación del sistema inmunitario que da lugar a los brotes de inflamación”, explica el doctor Tomás Chivato Pérez, catedrático y decano de la Facultad de Medicina de la Universidad CEU San Pablo.
Asimismo, con mucha frecuencia la dermatitis atópica se asocia o subyace detrás de una alergia a alimentos, como la alergia a la proteína de leche de vaca (APLV) o de huevo, así como a alérgenos ambientales, como los ácaros del polvo doméstico. Por ello, en la dermatitis atópica cada tratamiento debe individualizarse, identificando y reduciendo los efectos causal eso exacerbantes, como evitar la ingesta de determinados alimentos. El experto señala además que este problema empeora con el frío. De hecho, recomienda “intensificar los cuidados en invierno” y reconoce “la importancia de que los familiares y toda la comunidad sanitaria conozca esta enfermedad, qué complicaciones pueden surgir y cómo tratarla”
Y es que la dermatitis atópica es cada vez más común y, como decíamos, afecta gravemente a la salud y calidad de vida del niño. Otras de las consecuencias de sufrir dermatitis atópica son los trastornos del estado de ánimo y del sueño. De hecho, como alerta la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP), los niños con piel atópica pueden dormir mal por los picores y mostrarse más cansados, con falta de concentración e irritables al día siguiente.
En los adolescentes, puede ser causa de depresión y ansiedad. Afortunadamente, la investigación está permitiendo avances en dermatología. Avances en el tratamiento. Como se expuso en el 48º Congreso de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), los avances médicos han permitido que hoy los pacientes con dermatitis atópica puedan beneficiarse de terapias que puedan aliviar el picor y mejorar su calidad de vida.
Como explicaron, este tipo de reacciones en la piel pueden manifestarse de forma leve y controlarse mediante el uso de tratamientos tópicos específicos, emolientes y productos específicos para la higiene diaria. Sin embargo, para los casos más severos, explica la doctora Marta Feito Rodríguez, “estamos asistiendo a la llegada de nuevos medicamentos más dirigidos que permitirán un control de la enfermedad a corto y largo plazo, tanto en el paciente adulto como en la edad pediátrica”.
De hecho, se están llevando a cabo estudios de fármacos específicos para niños. Tanto es así, que los expertos afirman que nos encontramos en una verdadera revolución en cuanto a nuevos abordajes. Aunque los nuevos medicamentos supongan un gran avance, no debemos olvidar los cuidados. Sobre todo, en esta época de pandemia. Limpieza Los geles hidroalcohólicos resultan muy útiles para desinfectar las manos y evitar la propagación del virus causante de la COVID-19, pero también están resultando ser perjudiciales para