El hierro es un mineral importante para el funcionamiento del organismo. Forma parte de la hemoglobina de los glóbulos rojos, la sustancia encargada de transportar el oxígeno desde los pulmones hasta los tejidos del cuerpo. La falta de hierro produce anemia.
¿Qué es la anemia?
Es una disminución de los glóbulos rojos de la sangre. Cuando disminuyen estas células la sangre transporta menos oxígeno y las células y tejidos funcionan peor. La falta leve de hierro no se nota, pero si no se corrige y bajan las reservas, pueden aparecer algunos síntomas, por ejemplo, el bebé se vuelve pálido (se nota sobre todo en la conjuntiva del ojo y en el color de los labios) y puede estar irritable e inapetente.
Es posible que el médico al auscultarle encuentre otros síntomas, como una aceleración de la frecuencia cardiaca y una disminución del ritmo de crecimiento. A veces se observa un aumento de la sudoración.
¿Cómo se diagnostica?
Si el doctor sospecha que el bebé tiene anemia, pide un análisis de sangre, con determinaciones de hemoglobina, hematocrito, hierro, ferritina, etc. Con estos datos puede averiguar si el niño tiene déficit de hierro y cómo están sus reservas de este mineral.
¿Se puede evitar que haya déficit?
La primera medida para prevenir las carencias de hierro del bebé puede tomarla la madre durante la gestación: consiste en comer adecuadamente. Si la madre no ha tenido anemia, el bebé nacerá con unas reservas que le durarán hasta el cuarto o sexto mes de vida. A partir de esta edad el niño puede comenzar a tomar alimentos ricos en hierro: pollo, carne, etc.
¿Cómo se trata?
- Cuando el niño tiene déficit de hierro hay que ofrecerle carne, legumbres y verdura, que tienen un alto contenido en este mineral.
- Es importante darle en la misma comida un poco de fruta o de verdura rica en vitamina C (unos gajos de naranja o de kiwi de postre, una rajita de tomate, etc.), porque esta vitamina ayuda a absorber el hierro.
- Además, el pediatra recomendará darle un suplemento de hierro, a ser posible en ayunas, junto con un poco de zumo de naranja con la fibra o un trozo de otra fruta rica en vitamina C. No es bueno tomarlo junto con el pecho o el biberón, porque la leche bloquea su absorción.
- Los suplementos de hierro pueden producir efectos secundarios, como estreñimiento, diarrea o vómitos. En esos casos, el médico puede reducir la dosis. En cambio, la coloración oscura de las heces es normal, y no debe preocuparnos. Los suplementos líquidos pueden manchar los dientes de color gris oscuro temporalmente.
¿Cuáles son las causas?
La anemia por falta de hierro puede estar producida por varios factores:
¿Los niños que tardan en aceptar sólidos pueden tener deficiencias?
Alrededor de los seis meses conviene ofrecer al bebé los primeros sólidos. Al principio muchos niños los rechazan, o toman una cantidad muy pequeña, porque necesitan un tiempo para acostumbrarse a los nuevos sabores y nuevas texturas.
Conviene seguir ofreciéndoselos, sin forzarle y procurando no obsesionarse por la falta de hierro. Si el bebé no se siente presionado, en los siguientes meses tomará algún otro alimento además de leche. De todas formas la leche, sea materna o adaptada, y los cereales enriquecidos contienen hierro.
Dr. Ernesto Sáez Pérez, pediatra y neonatólogo.