Ser Padres

Los nombres de niña más usados

En cuanto sabemos el sexo del bebé, una de las grandes preguntas que nos asaltan es: ¿qué nombre le pongo a mi hijo? Si todavía no lo tienes claro, te contamos cuáles son los nombres de niña más usados. ¿Sabes cuáles son los nombres más puestos en las últimas décadas? ¿Y el año pasado?

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En el momento en que sabemos si vamos a tener un niño o una niña casi todos los padres comenzamos a buscar libros con nombres, ver los significados de los nombres que nos gustan… Y finalmente llega el difícil momento de decidir cuál será el nombre ideal para nuestro bebé.

Para ayudarte en esta complicada tarea, te contamos cuáles son los veinte nombres de niña preferidos por los padres españoles. Te sorprenderá que todos ellos son nombres muy comunes que todos conocemos: Lucía, María, Sara

Los nombres de niña más usados

Del latín Lucius, que a su vez procede de lux, lucis, ‘luz’. Santa Lucía (Siracusa, Italia, siglos III y IV) fue una de las mártires más populares de los primeros tiempos.

Este nombre parece no pasar de moda. Desde hace un tiempo ha empezado a usarse solo e, incluso, acompañando a masculinos. La versión actual es una latinización del nombre hebreo Miryam. Procede de mir, ‘gota’, y yam, ‘mar’. Por eso María quiere decir ‘gota de mar’.

Paula es un nombre femenino que viene del latín paulus y significa “pequeño”. Este nombre ha dado origen al conocido nombre masculino de Pablo, y a los nombres de Paula y Paulina.

Es uno de los nombres más populares a lo largo del tiempo. Fue llevado por la esposa del patriarca Abraham, que inicialmente se llamaba Sarai, que quiere decir ‘la discutidora’, pero el propio Yavé le cambió el nombre por el de Sarah, que significa ‘la princesa’.

Femenino de Carlos. Nombre de origen germánico, procede de la voz Kart, que significa 'hombre libre', 'viril y fuerte. Son variantes suyas Carlota, Carola y Carolina.

Nombre de una importante estirpe romana de origen etrusco. Se asocia con el vocablo latino claudus, que significa 'cojo'. De ahí el nombre del emperador romano Claudio, que arrastraba una pierna. Es un nombre muy frecuente para ambos sexos.

Nombre de origen claramente latino. Fue muy común en la Roma clásica, aún lo es hoy en Italia y en Sudamérica. Proviene de laurus, ‘laurel’, de donde se deriva laureado, por la corona de estas hojas con la que se galardonaba a los vencedores.

Del nombre propio arameo Mart, es la forma femenina de mar, 'señor'. Es decir, Marta es 'la señora, la dama'. Del arameo pasó al latín y al griego como Martha. No tiene versión masculina. No fue frecuente en España hasta los años 60-70, en los que experimentó un espectacular auge.

Proviene del griego eiréne, latinizado en irene, que significa 'paz'. En la mitología griega Irene era la divinidad protectora de la paz.

Fue un nombre de uso muy frecuente en el Imperio Bizantino, por la emperatriz que llevaba este nombre (752-803), que asumió la regencia del imperio durante la minoría de edad de su hijo Constantino VI y que acabó destronándolo. Hoy en día sigue siendo popular en Rusia y Grecia.

Alba proviene del latín albus, 'blanco'. También hace referencia al alba, la aurora, la primera luz del día, que contrasta con la oscuridad nocturna.

Aurora es su sinónimo, y de este nombre derivan Albino y Albano. Alba es “aquella que es radiante como la aurora”.

Procede del griego sophia, que significa 'sabiduría'. En España se ha popularizado mucho ya que es el nombre elegido por los Príncipes de Asturias para su segunda hija.

Tiene origen hebreo y significa “justicia de Dios”, “Dios es mi juez”. Su variante masculina, Daniel, es también uno de los nombres preferidos por los padres españoles.

Es el nombre femenino de Julio. Un nombre de origen latino 'Jules', hijo de Eneas. También era común usarlo para llamar a aquellos bebés nacidos en el séptimo mes del año.

Su significado es 'aquella que pertenece a la familia de Julia' o “aquella que es nacida en el mes de Julio'.

Es la versión femenina de Andrés. Procede de la palabra griega ander- andros, que significa hombre y, por extensión, hace referencia a la virilidad y a la valentía. En su versión femenina significa valiente y bella.

Procede del hebreo hannah y significa ‘compasiva’ y ‘benéfica’. Es uno de los nombres más universalmente utilizados y lo han llevado muchas personalidades históricas relevantes. En las islas Baleares es muy popular como Aina. Sus variantes son Anabel, Arabela o Anabella.

En latín significa “canto, poema”, pero el nombre propio se inspira en el hebreo Karmel, en referencia al monte Carmelo, cuya traducción es “viña de Dios”. Es uno de los apelativos más utilizados en España en honor de la advocación de la Virgen que lleva este nombre. Generalmente, se combina con María.

Nombre de origen griego derivado de heléne, que significa ‘antorcha brillante’. Como nombre propio su difusión se debe fundamentalmente a santa Helena (madre de Constantino, primer emperador cristiano), quien al final de su vida peregrinó a Tierra Santa con el objeto de rescatar el sepulcro de Jesús y el madero de la cruz.

Nerea es el nombre mitológico de un dios marino de la mitología griega, quizá por ese hecho se relaciona con la natación. Nereo, conocido como “el viejo hombre del mar” se casó con Doris, hija del Océano y juntos tuvieron 50 nereidas, unas ninfas marinas que viven en las profundidades del mar. Su etimología es dudosa y se relaciona con un vocablo griego traducido como “el sacado de las aguas”.

Nombre femenino de origen latino 'dies natalis', su significado es 'día del nacimiento' o 'Aquella que ha nacido', conmemora la fiesta religiosa de la navidad.

Es el femenino de Martín. Proviene del nombre propio latino Martinus/Martina, gentilicio de Marte, el dios de la guerra. Su variante en gallego es Martiña.

Nombres más frecuentes de las niñas nacidas en 2017, según el INE

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