¿Se puede marear el bebé? Consejos para prevenirlo y tratarlo

Es bastante probable que, cuando eras pequeña, aún recuerdes algún viaje en coche en el que te mareaste. Pero, ¿los bebés también pueden marearse?
¿Se puede marear el bebé? Consejos para prevenirlo y tratarlo

Si teníamos por costumbre marearnos en coche, y vomitábamos cada vez que nuestros padres conducían, es muy probable que ya sepamos lo tremendamente perjudicial que puede ser el mareo en el coche para nuestra vida diaria.

Es lo que se conoce como mareo por movimiento, y suele observarse con mucha mayor frecuencia en niños entre los 6 a los 12 años de edad. Aunque, ¿sabías que esté fenómeno tiende, en realidad, a afectarnos a todos hasta cierto punto? Esto significa que, incluso los bebés también pueden marearse.

Este tipo de mareo sucede cuando el cerebro recibe mensajes contradictorios sobre el movimiento del cuerpo y del entorno que nos rodea. Por suerte, hay algunas cosas que podemos hacer para evitar esta incongruencia sensorial que origina la aparición de náuseas y vómitos.

Eso sí, cuando no podamos evitar que ocurra, también hay forma de tratarlos fácilmente. Incluso entre los más pequeños.

¿Qué es y en qué consiste el mareo?

El mareo por movimiento, el cual puede llegar a ocurrir cuando nos encontramos en el interior de un coche, en un barco o en un avión. Puesto que muchas personas dependen de la conducción diaria como medio de transporte, no hay duda que el mareo puede llegar a convertirse en un problema bastante frecuente.

¿Por qué ocurre? El mareo por movimiento sucede cuando las señales que nuestros ojos envían al cerebro entran en conflicto con las señales que envían los huesos delicados del oído. Es decir, cuando nos encontramos en el interior de un automóvil en movimiento, el cerebro percibe señales contradictorias de quedarse quieto. Sin embargo, el oído interno está procesando el movimiento.

Mareos en bebés - Foto: Istock

En ocasiones, con un movimiento prolongado o excesivo, algunas personas pueden ser muy sensibles a estas señales contradictorias, y sentir los síntomas que típicamente ocurren ante un caso de mareo por movimiento.

¿Y cuáles suelen ser los síntomas más típicos? Principalmente dolor de cabeza, cansancio, mareos, náuseas y vómitos.

¿Cuáles son las causas por las que los bebés también pueden marearse?

Por el momento no está del todo claro por qué algunos bebés, al igual que algunos niños pequeños, tienden a marearse y, sin embargo, otro no. Pero sí existen algunos factores que, se sabe, pueden contribuir y afectar de forma específica a los más pequeños.

En primer lugar, mirar hacia atrás en el asiento de un automóvil puede aumentar la desconexión entre las distintas señales visuales y las señales de equilibrio de los oídos. Es más, incluso aunque los cambiemos a la orientación frontal, los bebés a menudo se sientan demasiado bajos para ver el horizonte cuando miran por la ventana.

Por otro lado, sentarse en el asiento trasero también dificulta mirar por la ventana delantera, la cual proporciona la representación visual más precisa en lo que respecta al movimiento del coche. Además, es posible que el niño se mantenga ocupado en viajes largos mirando juguetes, tabletas digitales o libros, lo que puede aumentar la sensación de mareo.

También existe un componente genético. Esto significa que si sufríamos mareos por movimiento cuando éramos niños o jóvenes, es muy probable que nuestros hijos también lo sufran.

Sea como fuere, mirar de forma fija a un determinado punto a menudo puede ser de muchísima ayuda para que el cerebro procese mejor las señales que recibe.

¿Qué podemos hacer para prevenirlo?

No hay duda: la prevención se convierte en la mejor forma de poner fin al mareo por movimiento. No obstante, dado que no siempre es posible evitar conducir, sí puede ser útil disminuir la frecuencia de los viajes más largos.

También es posible tratar de acortar la duración de los viajes en automóvil, siempre que sea posible. Por ejemplo, hay niños que pueden vomitar a los 30 minutos del viaje. Cuando esto ocurre, tratar de hacer viajes más cortos podría ser de mucha utilidad.

Es igualmente recomendable evitar que el niño lea un libro o mire una pantalla de una tableta digital o un teléfono móvil siempre que sea posible. No obstante, recuerda que no debemos cambiar al bebé por un asiento que mire hacia adelante hasta que supere el límite de tamaño recomendado. Y es que viajar a contramarcha se convierte, casi sin dudarlo, en una de las opciones para viajar más seguras.

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