Cómo aliviar los cólicos del lactante cuando aparecen
Los cólicos del lactante son un problema frecuente en los tres primeros meses, porque el bebé aún no tiene el sistema inmunológico maduro. Normalmente el bebé suele llorar desconsoladamente, especialmente por la tarde, y tiene malestar general. Para aliviarle existen algunos remedios. Toma nota.
Ay los cólicos… tema recurrente en las consultas de pediatría. Y es que pueden llegar a ser realmente desesperantes. El cólico del lactante es un trastorno funcional que suele mejorar con la edad, pero hasta que mejora supone un auténtico ejercicio de paciencia para los padres. Para aquellos que sean novatos en esto de la ma/paternidad de primeras lo que más les agobia es que el bebé tenga otra cosa…. ”Doctora, es que no para de llorar, puede estar tres horas llorando, yo no lo veo normal, tiene que tener algo”.

Cómo calmar los cólicos del bebé
Pues sí, os diré que, a la hora de hacer un diagnóstico sobre cólicos, primero descartamos otras patologías, como reflujo gastroesofágico, intolerancia a la proteína de la leche, crisis de lactancia, infecciones… Pero si después de descartar todo eso nos quedamos con un bebé de entre tres semanas y tres meses -que suele ser la edad fetén de estos llantos- que gana peso adecuadamente y sin ningún síntoma de enfermedad, y que llora intensamente, puntual como un reloj suizo, a eso de la caída de la noche, durante dos o tres horas, sin que nada parezca aliviarle, lo más seguro es que estemos ante el famoso cólico del lactante.
Bueno, vale, y ahora ¿qué hacemos? ¿Podemos ayudar a un bebé con cólicos? Pues sí, podemos, y de hecho hay muchas maneras, aunque debo decir que, cuando hay muchas opciones para tratar es porque ninguna es 100 por 100 efectiva, pero seguro que alguna le funciona a vuestro peque. Os quiero recalcar que las opciones que os presento a continuación no tienen eficacia probada científicamente si nos ponemos estrictos, pero tampoco son perjudiciales por lo que, en mi humilde opinión, merece la pena probar. Veamos:
Lactancia materna
La lactancia materna siempre va a ser beneficiosa para los trastornos digestivos, así que es la opción más recomendable para alimentar al bebé. Es frecuente que las madres lactantes nos pregunten si deben evitar los lácteos y derivados pero esta medida solo resulta eficaz en caso de sospechar alergia a las proteínas de la leche.
Realmente, lo más frecuente, es que los padres refieran que no han encontrado cambios sustanciales realizando estas restricciones en la dieta materna.
Probióticos
Los últimos años ha habido un interés creciente en todo lo que se refiere a probióticos, ya que se está comprobando su implicación en muchas enfermedades. Se ha visto que el tratamiento con la cepa Lactobacillus reuteri podría ser beneficioso en el tratamiento del cólico moderado-grave. Existen varios preparados comerciales que se administran por vía oral.
Calor local
Puede resultar eficaz aplicar calor en forma de sacos de tela con semillas, similares a los que se usan para las molestias por la menstruación. Además, podemos aplicarlos con el bebé boca abajo.
Esta postura no está recomendada para dormir, ya que supone un aumento del riesgo de muerte súbita, pero podemos usarla puntualmente cuando el niño esté despierto y en una de sus crisis de llanto. Si además aplicamos el calor local entre el abdomen y el colchón el efecto se potencia y puede funcionar en algunos bebés. Cuando el bebé se tranquilice, lo volveremos a colocar boca arriba.
Porteo-movimiento

Cómo reducir los cólicos del bebé
Muchos padres han conseguido “sobrevivir” al cólico con el porteo. No faltan quienes en la consulta me aseguran que pueden ir por la vida sin pañales de repuesto si hace falta, pero no sin mochila. Esto puede deberse a varios factores, pero yo diría que fundamentalmente son tres: el contacto con el padre o la madre que relaja al bebé, la postura “en rana” de las piernas junto con el balanceo al desplazarnos que favorece que el bebé se tire algún que otro pedete eliminando gases y el calor que damos a la barriguita del bebé al estar en contacto con la nuestra. Los movimientos de traqueteo, por ejemplo, al llevar al niño en el carro por un terreno irregular, o en el coche, también pueden ayudar.
Fisioterapia
Las sesiones de fisioterapia son otra muy buena opción. La mayoría de los padres refieren que los bebés mejoran tras las sesiones, y no solo eso, el fisioterapeuta les enseña a realizar masajes efectivos para cuando a su bebé le de la crisis de llanto.