En el mundo de la crianza y la educación infantil todos los días se descubren cosas nuevas y son muchos los padres que ya se están quejando de la sobreinformación. Pero, el objetivo es criar a las mejores personas y, por eso, todos los días hay que desaprender algo para aprender algo mejor a su favor.

Ya hemos explicado por qué debes dejar de decir a tu hijo que se porte bien (directamente) pero hoy queremos incidir en algo que, casi con total seguridad, muchos padres creían súper correcto: la mítica expresión del ‘¡muy bien!’ que todos hemos dicho alguna vez a algún niño.
Elogios evaluativos vs elogios descriptivos
Una expresión que responde, de acuerdo a los expertos en psicología y crianza infantil, a un elogio evaluativo. “Juzgar lo que vemos en vez de describirlo es un elogio evaluativo”, explica el autor experto en crianza Alfie Kohn. Para explicarlo con ejemplos, un elogio evaluativo sería el ‘muy bien’, pero también el ‘qué guapo estás’, la expresión ‘eres muy inteligente’ o un ‘me gusta mucho cómo has conseguido tú solo llegar ahí arriba’, de acuerdo al mismo experto.
Pero, ¿por qué los elogios evaluativos no benefician tanto al niño? De nuevo, recurrimos a Kohn: “Estos elogios, en lugar de aumentar la autoestima del niño, pueden incrementar su dependencia hacia nosotros porque los puede hacer adictos a esa evaluación, a la decisión del padre de si eso está bien o mal, en lugar de aprender de sus propios juicios”, argumenta. Eso, explica, “los llevará a medir su valor en término de lo que a nosotros nos hará sonreír y no en lo que ellos piensan en realidad”. Además, explica que este tipo de elogios puede conseguir que el niño solo haga las cosas bien durante el tiempo que nosotros le estemos elogiando: cuando dejemos de hacerlo, perderá el interés.
De esta forma, un ‘muy bien’ o un ‘buen trabajo’ puede conseguir que el niño se sienta menos seguro: “Ese tipo de frases pueden crear un vínculo vicioso en el que mientras más recurrimos a los elogios, más parecen los niños necesitarla y, por desgracia, en la etapa adulta pueden seguir necesitando que alguien les dé una palmadita en la espalda y les diga si lo que hicieron estuvo o no bien”, argumenta el mismo experto.
En su lugar, Elena Merina, educadora experta en Disciplina Positiva y Método Montessori, se decanta por los elogios descriptivos: “Estos no evalúan a los niños, simplemente describen lo que está haciendo, consiguiendo que tengan capacidad de reflexión, de pensamiento independiente y que no necesiten de otra persona para su aprobación”, explica en una entrada de su web El Método Montessori.
Alternativas al ‘muy bien’, ‘buen trabajo’ y a otros elogios evaluativos
Una vez entendida toda la teoría, llega el momento de ponerla en práctica. ¿Cómo sustituir una expresión tan usada como ‘muy bien’ o ‘buen trabajo’? Aquí te damos algunas alternativas más descriptivas que evaluativas y, por tanto, más sanas para el desarrollo del niño:
- Has conseguido tú solo ponerte los zapatos sin ayuda, siento que estás muy orgulloso de ti mismo.
- Si el niño está dibujando un paisaje, la experta recomienda cambiar el ‘qué dibujo tan bonito’ por ‘Has pintado una montaña muy grande y, además, has usado el color marrón para pintarla’.
- Siguiendo el ejemplo anterior, también podemos decir: ‘¿cómo has conseguido que los pajaritos parezcan tan de verdad?’
- Si el niño nos ha ayudado a recoger la mesa, o el salón, podemos decirle ‘gracias por ayudar con …’
- Me hace sentir muy bien que…
- ¿Has conseguido hacer todo esto tú solo?
- Si ha aprobado un examen, recogido todos los juguetes (o ha hecho algo bien): Seguro que te habrá costado un montón, pero lo has conseguido.
- Has colgado la chaqueta tú solo y el mes pasado no llegabas al gancho, ¿estás orgulloso?