Nos obsesiona la felicidad, ese estado sostenido a nivel emocional en el que, ojo, también caben puntualmente las emociones “negativas” como la tristeza. Y nos obsesiona alcanzarla nosotros, a título individual, pero también que la experimenten nuestros hijos e hijas pequeños. Esto último no depende solo de nosotros, pero sí podemos ayudar si el acompañamiento que hacemos es el adecuado.
Para ello, la reflexión es importante. También lo es cómo estemos nosotros emocional y físicamente, de ahí que cuidarse sea tan importante, en opinión de tantos y tantos expertos, como atender a nuestros peques. Y, por supuesto, nunca resta escuchar a las voces autorizadas en la materia, como la de la psiquiatra Marian Rojas Estapé.
La autora de Encuentra tu persona vitamina y Cómo hacer que te pasen cosas buenas suele compartir reflexiones en torno al concepto de felicidad en sus redes sociales como parte de la intensa labor divulgativa que hace. Son pensamientos y consejos que podemos aplicar de forma general a nuestra vida en algunos casos, y en otros sirven también para hacernos reflexionar. En cualquier caso, son muy útiles para ayudarnos a alcanzar la felicidad y para poder ayudar a nuestros hijos e hijas a que la alcancen.
La posesión y la comparación
Dice Marian Rojas Estapé que el primer error que el ser humano suele cometer con respecto a la felicidad es “relacionar felicidad con posesión”. Esto nos lleva, agrega, a pasarnos la vida “buscando tener estabilidad económica, social, profesional, afectiva... Tener seguridad, tener prestigio, tener cosas materiales, tener amigos…”.

Para la psiquiatra, “la felicidad verdadera no está en el tener, sino en el ser”. Es decir, que nuestra forma de ser “es la base de la verdadera felicidad.”. Por lo tanto, la primera lección que nos deja es un consejo: que nos replanteemos nuestro concepto de felicidad, que lo redefinamos, porque eso también nos ayudará a transmitirles a nuestros peques la idea de felicidad verdadera de la que habla la experta.
Por otro lado, Marian Rojas Estapé incide en que la felicidad tiene mucho que ver con mirarnos dentro, a nosotros mismos, y no compararnos o competir con otras personas. “La felicidad es hacer una pequeña obra de arte con la vida, esforzándonos cada día por sacar nuestra mejor versión”, dice. En este sentido, la experta argumenta que “uno de los items más relacionados con la infelicidad es compararse”, y afirma con rotunidad que “si quieres ser feliz en esta vida no hay que compararse”.
Este último tip o reflexión de Marian Rojas Estapé cobra mucha importancia si tenemos hijos e hijas a nuestro cargo porque compararles es uno de los errores más frecuentes que cometemos. Lo dicen muchos expertos. “Si hay quien potencia esa inseguridad hay que alejarse, hay que celebrar los logros, por pequeños que sean”, apunta Marian Rojas Estapé al respecto. .
La búsqueda de la perfección y los afectos
Otro consejo, el tercero, que la psiquiatra comparte en torno a la felicidad que también es aplicable a un entorno familiar, con niños y niñas pequeños o con adolescentes en casa, tiene que ver con la perfección.
Para Marian Rojas Estapé, “la búsqueda del perfeccionamiento constante nos produce insatisfacción, frustración, ansiedad…”. Y esto afecta a nuestro bienestar, pero también al de nuestros peques. De forma indirecta, porque si no estamos bien nosotros ellos y ellas lo notan. Y de forma directa, porque podemos caer en el error de exigirles que sean perfectos todo el tiempo. “Este problema se ha agravado en los últimos años con la autoexigencia que nos produce estar pendientes de las redes sociales, referentes digitales y otros ámbitos de difusión. Hay un sentimiento generalizado de ‘todo se puede mejorar’ y si no lo consigues es tu culpa.”, reflexiona la psiquiatra.

Por último, cabe destacar un cuarto consejo o reflexión de Marian Rojas Estapé en el que merece la pena detenerse, más aún si tienes peques: la resiliencia. Este es un factor decisivo para alcanzar la felicidad a lo largo de la vida en opinión de la experta. “La resiliencia nos envía un mensaje de esperanza”, asegura.
Explica Marian Rojas Estapé que “antes se pensaba que los traumas sufridos en la infancia eran imborrables y perduraban marcando decisivamente la trayectoria del niño afectado”, pero ahora sabemos, añade, que se pueden superar. Para ello, “la clave se sustenta en la solidaridad, en el amor, en el contacto con otros; en definitiva, en los afectos”, afirma.
Los afectos, por lo tanto, no solo tienen el poder de fortalecer el vínculo con nuestros peques, de alimentar su autoestima y su seguridad, sino que también alimentan la resiliencia, elemento que puede ser fundamental en la vida de tus hijos e hijas cuando crezcan para alcanzar la felicidad. Y es que, para Marian Rojas Estapé, “lo que nos hace más felices en la vida tiene que ver con la solidaridad, el amor, el contacto con otros; en definitiva, los afectos”.