“Cuando los niños alcanzan el año y medio o los dos años, las dudas más frecuentes que los padres hacen en mi consulta son las que tienen que ver con el mundo rabietas”. Estas son las palabras de Anna Estapé, la pediatra que vierte su conocimiento a los padres en su perfil de Instagram.
Pero, además de explicar absolutamente todo a los padres en su consulta (y en su perfil), quiere llegar a los niños: los principales protagonistas. A ellos llega con su empatía, pero también con sus cuentos, gracias a su faceta de escritora (que le ha facilitado ser mamá de dos pequeños).

A propósito de todos los agobios que ve día tras día en sus consultas y que llegan por parte de muchas familias, Anna ha decidido lanzar ‘Leo tiene una rabieta’, un cuento en el que explica a los niños qué está pasando por su pequeño cuerpo y su pequeño cerebro cuando se descontrolan emocionalmente.
Pero, sobre todo, explica a los padres cómo deben actuar cuando el niño se encuentra emocionalmente desbordado (o cuando están en medio de una rabieta, para que nos entendamos).
¿Las rabietas pueden afectar a la salud física del niño? ¿Nuestra forma de afrontar las rabietas puede afectar al desarrollo de los niños? ¿Es verdad que pueden ponerse azules con un berrinche? Estas y otras preguntas nos las ha respondido ella misma en nuestro podcast, que puedes escuchar cuando quieras pinchando sobre el enlace que encontrarás un poquito más abajo.
Eso sí, para ello es necesario saber controlar una rabieta y no dejar que nuestro estado de ánimo nos condicione la gestión, pues también gestionará el desenlace de la misma (al menos, esas han sido sus palabras). Pero, ¿cómo hacerlo? Existen tres pasos infalibles, que ella explica con su método CONREA.
Los puedes descubrir escuchando nuestro podcast.
“Las rabietas son oportunidades de crecimiento”
Dice Estapé que las rabietas son una oportunidad de crecimiento y no solo para los niños. “Las rabietas de los niños nos aportan estrategias para regularnos a nosotros mismos, para mantener la calma y eso nos sirve en nuestro día a día”, nos cuenta. Pero, además, según ella, los niños también pueden obtener muchos aprendizajes de las pataletas. Algunos, incluso, los guardarán de cara a su futuro. “Si gestionamos bien una rabieta, estaremos ofreciendo al niño herramientas de gestión y regulación de sus emociones que cuando sea mayor podrá seguir utilizando”, nos ha contado en el podcast.
“Los espasmos de sollozo asustan mucho, pero no son peligrosos”
una de las cosas más curiosas que hemos hablado junto a ella es la referente a si los niños se pueden poner azules cuando tienen una rabieta. Y la respuesta ha sido un sí por su parte. “Tiene nombre, se llama espasmo de sollozo y, aunque asustan mucho a todos los padres, los niños no corren peligro si sufren uno”.
Si quieres escuchar la charla completa que hemos tenido con ella, ¡dale al play!