Ser Padres

Esto es lo que de verdad piensa tu hijo cuando le mandas "al rincón de pensar"

Esto es lo que pasa por la mente del niño cuando aplicamos la técnica de modificación de la conducta ‘time out’, conocida popularmente como “el rincón de pensar”.

'Supernanny’ tuvo una influencia en la audiencia que incluso se extendió a personas que nunca vieron el programa de televisión cuando se emitió. No se explica de otro modo que hoy hablemos del “rincón de pensar” como espacio de castigo o reflexión y todo el mundo lo entienda. Esta expresión, en realidad, es una técnica de modificación de la conducta conocida como ‘time out’. Muy popular, tanto que hay muchas personas que la aplican con sus hijos e hijas, pero con la que son críticos muchísimos expertos en educación, pedagogía y psicología.

La opinión de los expertos sobre el rincón de pensar

Es una técnica aparentemente amable y poco punitiva que ha sido ampliamente aceptada no solo por familias, sino también por colegios y escuelas infantiles”, dice el psicólogo Alberto Soler acerca del hábito de mandar a nuestros hijos e hijas al “rincón de pensar, que no es una invitación a la reflexión, sino que se trata de un castigo ya que lleva implícito una obligación impuesta. “Se presenta como una estrategia moderna de disciplina, pero realmente es el castigo de cara a la pared de toda la vida, pero un poco menos honesto. Porque antes, al menos, quedaba claro que era un castigo porque te habías portado mal. Ahora es un castigo encubierto”, explica Soler, uno de los expertos que es crítico con este método.
También lo es la psicóloga y experta en crianza Andrea Cardemil, divulgadora además en redes sociales. En uno de sus post recientes, Cardemil reflexiona acerca de lo que ocurre cuando mandamos a nuestros hijos e hijas al rincón de pensar. Más bien, en lo que creemos los adultos que ellos piensan y en lo que realmente piensan. Algo así como ese meme que dice “Cuando lo pides por internet/cuando te llega” que tan bien refleja la comparativa entre expectativas y resultado.

"Mi mamá no me quiere"

Pone Andrea Cardemil el ejemplo de una situación en la que un niño de 3 años empuja a su hermana porque le quitó un juguete. En ese caso, siguiendo la técnica de enviar al rincón de pensar, le mandamos tres minutos a dicho lugar —este método dice que el niño debe pasar en el rincón tantos minutos como años tenga—. Lo hacemos pensando, según la psicóloga, que nuestro hijo pensará en lo que ha hecho mal y se convencerá de que debe corregirlo en la próxima oportunidad que tenga de enfrentarse a algo como lo que ha desencadenado en su visita al rincón de pensar. Sin embargo, Cardemil señala que los pensamientos del niño durante esos tres minutos en el rincón de pensar son opuestos a los buscados con esta “invitación” a la reflexión.

Durante esos tres minutos, al niño le vendrán a la cabeza ideas como “¿Cuánto falta?”, ya que solo está pensando en que está ahí obligado y quiere estar en otro sitio; Mi mamá no me quiere”, porque es capaz de aplicar este tipo de castigos; y “Soy malo”, ya que lo asocian a un castigo por haberse comportado mal. La psicóloga colombiana indica que “Estudios han demostrado que el ‘time out' puede ser efectivo en el momento porque el niño hace cualquier cosa para reconectar pero no a largo plazo, porque el niño no aprende la habilidad que le falta”.
Por ello, su consejo, y el de otros psicólogos críticos con la estrategia de mandar a los niños al “rincón de pensar” es intentar enseñarle, a raíz de su conducta equivocada, aquella habilidad que le falta. En el caso de la agresividad porque le quitan un juguete, que trate de convencer a su hermana con la palabra. 
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