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Test de superdotado: ¿son fiables estos tests online?

¿Puede un test de inteligencia encontrado en internet definir si tu hijo tiene o no altas capacidades? Spoiler: la repuesta es no.

Marta Moreno

Basta con teclear en el buscador ‘test de superdotado’ o ‘test de inteligencia’ para que, automáticamente, aparezcan más de mil test online que te prometen, supuestamente, definir qué grado de inteligencia tienes y cuál es tu coeficiente intelectual.

Encontrar el color diferente, ser rápido con las series matemáticas, resolver operaciones sencillas, descubrir la letra que falta… los ejercicios son tan diversos que parecen más un pasatiempos (bastante largo) que un test de inteligencia como tal.

Aunque prometen estar avalados y diseñados por expertos en la salud mental y en la psicología, hemos querido preguntar directamente a una especialista sobre estos test y su validez.

¿Te puedes fiar de un test de superdotado encontrado en internet?

“Detectar unas altas capacidades no es un proceso fácil ni, mucho menos, corto”, explica a Ser Padres Fernanda Rodríguez, psicóloga infantil. “Lo primero es que es algo que no se puede detectar antes de los tres años, así que todos esos test de inteligencia que circulan por ahí son cero efectivos”, continúa.

Ni esos ni ninguno. “Normalmente, con un test de inteligencia no es suficiente para saber cómo de inteligente es un niño; hay que hacer otras pruebas adicionales”, argumenta la misma profesional. Eso sí, dice que, efectivamente, el test de inteligencia es una de las pruebas más importantes en el camino hacia el diagnóstico de altas capacidades. “Se hace una batería bastante grandes de preguntas que después se analizan”, nos cuenta. “A partir de los resultados se hacen muchas otras pruebas para llegar al diagnóstico”.

Pero, si se confirma una superdotación, hay que seguir investigando: “Puede ser altas capacidades en la parte cognitiva, pero hay inteligencias múltiples y habrá que ver específicamente en qué está desarrollada la alta capacidad”, nos cuenta. “De hecho, estos niños suelen tener un desarrollo emocional no muy favorecido y, por eso, muchos tienen un bajo rendimiento académico en la escuela: tienen dificultades en las habilidades sociales”, termina.

El diagnóstico de altas capacidades va más allá de un test de inteligencia

Aprovechando esto, nos ha contado cómo se lleva a cabo un diagnóstico de altas capacidades en la infancia: “Recomendamos no comenzar con él hasta los cinco o seis años, aunque hay pruebas para evaluar a niños a partir de los tres años”. ¿La razón? Que a esa edad, dice, sigue habiendo procesos madurativos abiertos que podrían interferir en el diagnóstico.

“Cuando llegan a consulta, lo primero es hacer una entrevista a la familia y al paciente”. Después se darán cuestionarios a los profesores y a la familia y en la siguiente consulta se hará el test de inteligencia para definir el coeficiente intelectual. “Si aún con esto no lo vemos claro, tendremos que hacer muchas pruebas más para llegar al final”, explica la doctora Rodríguez.

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