El uso de recursos tecnológicos en los colegios genera mucha controversia. El debate es intenso en la comunidad educativa; lo es a nivel global y también en cada centro educativo, incluso dentro del propio equipo docente. Y lo mismo ocurre con las familias: las hay asociadas para luchar por sacar el teléfono móvil de las escuelas e institutos y ahora también hay un movimiento familiar que, avalado por un informe de la Agencia Española de Protección de Datos, denuncia el uso de la herramienta educativa de Google para los colegios, Google Workspace for Education.
El movimiento Adolescencia Libre de Móviles surgió a raíz de una iniciativa en Poblenou que poco a poco se ha ido extendiendo a otras regiones de España hasta sumar, según datos del movimiento, 30.000 familias asociadas por el mismo objetivo: “promover un pacto social para que el máximo número de hogares retrasen la entrega del primer smartphone a sus hijos e hijas y trabajar en el buen uso para aquellas que ya lo tienen”.
Este tipo de movimientos ha hecho que el uso del móvil y la tecnología en los adolescentes y la infancia se establezca como tema de interés en la agenda política y social. Sobre todo en el ámbito educativo. No en vano, el Gobierno de España hizo pública la primera propuesta para prohibir el uso del teléfono móvil en colegios e institutos. Y 63.000 personas apoyaron recientemente la idea de restringir el uso del móvil a los menores de 14 años. Además, a todos los padres y madres nos interesan los consejos para que los niños hagan uso responsable de las pantallas.

Y en este caldo de cultivo siguen floreciendo nuevas cuestiones relacionadas con la tecnología en las aulas. La última, publicada por El País, es que el grupo madrileño del citado movimiento Adolescencia Libre de Móviles es uno de los que está promoviendo que las familias reclamen para que se prohíba el uso de la herramienta educativa de Google en los colegios, llamada Google Workspace for Education.
Esta herramienta es, en realidad, un compendio personalizado por cada centro educativo que lo utilice de los servicios del gigante norteamericano que se deben utilizar dentro de una cuenta personal. Puedes combinar Gmail, Meet, Drive, Docs. Ese paquete permite a un centro trabajar de forma conectada. En función del paquete, puede ser gratis o se añaden funciones de pago.
En concreto, las familias que piden que no se utilice esta herramienta de Google en los colegios piden dirigir las reclamaciones a la Agencia Española de Protección de Datos, que a comienzos de año emitió un informe contrario al uso de la herramienta de Google en las aulas por considerar que promueve la recogida de información personal. Las reclamaciones se dirigen a los colegios que la utilizan, no a la tecnológica.
El informe desfavorable sobre el uso de Google for Education por parte de la Agencia Española de Protección de Datos está disponible al completo online, es público. En el documento se exponen los motivos por los que esta entidad pone en duda que los objetivos de la herramienta de Google sean únicamente mejorar la enseñanza y sus procesos de aprendizaje. “Creemos que todas las personas, ya sean profesores o alumnos de cualquier edad y nivel, merecen disponer de las herramientas y las habilidades necesarias para alcanzar las metas a las que aspiran en el futuro”, dice Google sobre el desarrollo de esta polémica herramienta.
Como se puede leer en el citado artículo de prensa, la AEPD cree que la herramienta sirve como “recogida invasiva de información personal”. A raíz de su informe y de la movilización en foros y grupos de familias con hijos e hijas en edad escolar, la agencia ha recibido más demandas con el objetivo de que no se pueda utilizar la herramienta digital educativa de Google en los colegios, que requiere que la persona usuaria se dé de alta creando una cuenta personal. Google solo garantiza que su herramienta no recopila datos de alumnos “con fines publicitarios”.

El futuro dirá si se prohíbe o no la herramienta de Google en los colegios, pero al igual que con los teléfonos móviles, ya hay movimientos de familias preocupadas por esta cuestión.