¿Es normal no tener síntomas de embarazo hasta la semana 20?
Todos conocemos cuáles son algunos de los principales síntomas del embarazo, sobre todo los que comienzan a surgir las primeras semanas, de forma temprana. Náuseas matutinas, fatiga, cansancio, vómitos... Pero, ¿qué ocurre cuando no se tienen síntomas? ¿Podría ser una señal de que algo va mal?
Si alguna vez viste la película 9 meses posiblemente estés al tanto de cuáles tienden a ser los síntomas más comunes del embarazo. O, al menos, los más conocidos. ¿Y cuáles son? Náuseas matutinas, mayor sensibilidad en las mamas, un ligero sangrado que en ocasiones se puede confundir con una menstruación leve (sangrado de implantación), vómitos…
Esto no significa, evidentemente, que se tengan que sentir todos los síntomas. Por ejemplo, algunas mujeres experimentan náuseas (y no necesariamente matutinas, sino que pueden surgir o aparecer en cualquier momento del día), mientras que otras únicamente tienen sensibilidad y dolor en las mamas.
Pero, ¿qué ocurre cuando no se tiene ningún síntoma de embarazo, y efectivamente sabes que estás esperando la llegada de un bebé porque tienes una prueba de embarazo positiva? ¿Es una señal de que algo puede ir mal?
¿A partir de qué momento comienzan los síntomas de embarazo?
Hasta que no tengas una prueba de embarazo positiva, no hay ninguna manera de saber con certeza si estás esperando o no la llegada de un bebé. De hecho, las pruebas de embarazo y los ultrasonidos se convierten en las únicas formas de determinar si una mujer está efectivamente embarazada.
Aunque pueda parecer un tanto extraño, la primera semana de embarazo se basa en la fecha del último período menstrual. Este último período menstrual es considerado como la primera semana de embarazo, y se utiliza con el fin de estimar igualmente la fecha probable de parto. Por este motivo suele ser tremendamente habitual que en las primeras semanas no se tenga ningún síntoma, pero también se contabilizan y se tienen en cuenta para el embarazo de 40 semanas.
Prácticamente desde la primera semana, hasta la semana 4 o 5 aproximadamente, pueden surgir algunos síntomas comunes, como calambres y manchas de sangrado leve. Como consecuencia de las enormes fluctuaciones hormonales que ocurren en el cuerpo después de la concepción, es habitual también que la embarazada se sienta más cansada y fatigada, algo que suele ocurrir alrededor de la semana 4 de embarazo. A su vez, es común que a partir de estos días surjan las náuseas matutinas, el hormigueo y/o el dolor en los senos. Y también se pueden sentir más ganas de ir al baño.
Como vemos, el primer trimestre de embarazo (hasta las 13 semanas) es cuando la mayoría de las embarazadas experimentan muchos de los síntomas comunes. Aunque por lo general la mayoría de los síntomas más intensos generalmente empiezan a disminuir alrededor del segundo trimestre.
¿Por qué algunas embarazadas no tienen síntomas de embarazo?
Si bien es cierto que muchas mujeres experimentan estos y otros síntomas comunes (de los mencionados en el apartado anterior), también es posible que el embarazo transcurra sin tenerlos. Así como los síntomas del embarazo tienden a variar muchísimo de una persona a otra, tanto la frecuencia como la duración de los síntomas también dependen del individuo.
Mientras que a algunas mujeres embarazadas se sienten aliviadas por tener pocos, o prácticamente ningún síntoma de embarazo, a otras les preocupa que la falta de ellos pueda ser una señal de que la gestación no es saludable, o que podría acabar en un aborto espontáneo.
Lo cierto es que algunos estudios han encontrado que alrededor de 1 de cada 475 mujeres suelen llegar a las 20 semanas de embarazo (5 meses) antes de darse cuenta de que verdaderamente estaban embarazadas.

Síntomas típicos de embarazo
Es fundamental saber que la ausencia de cualquiera de los síntomas comunes de embarazo no significa necesariamente que no estés embarazada, o que vayas a tener un aborto espontáneo.
Cada mujer pasa por una experiencia diferente durante el embarazo. Incluso aún cuando ya tenga hijos, posiblemente haya descubierto que no hay dos o tres embarazos similares. Aunque puede ocurrir que algunas mujeres lleguen a la semana 7 de embarazo sin síntomas, en ocasiones también suelen alcanzar las 20 semanas.
Los expertos coinciden en señalar que esto tiende a ser más común en mujeres con el síndrome de ovario poliquístico, un trastorno hormonal que hace que los ovarios desarrollen quistes. Muchas mujeres con este síndrome tienen dificultades para quedar embarazadas, y las que lo consiguen suelen experimentar síntomas leves o ningún síntoma, por lo que puede ser una de las causas más comunes de embarazo sin síntomas.
Cuidado con la disminución de los síntomas
No ocurre lo mismo cuando los síntomas comienzan a disminuir, o se detienen de repente. Por ejemplo, en caso de que ya se hayan experimentado síntomas de embarazo temprano, y que éstos hayan terminado por detenerse abruptamente. Es recomendable acudir a urgencias, o consultar al médico, puesto que podría ser una señal de un aborto espontáneo.
Existen dos situaciones que sí podrían ser motivo de preocupación: cuando los síntomas de embarazo desaparecen repentinamente, o se producen cambios en la cantidad de movimientos del bebé.
Si bien es normal que algunos síntomas disminuyan a medida que el embarazo avanza, el movimiento del bebé no debe disminuir. Habrá días, es cierto, en que el bebé esté más tranquilo, pero si el movimiento se detiene repentinamente, o cambia de mucha actividad a solo un poco, podría ser una señal de un problema.
A partir de la semana 28 de embarazo se suele recomendar a la futura mamá realizar un recuento diario de patadas fetales, lo que ayudará a descubrir si el bebé de repente no se mueve tanto como antes, o si los movimientos han disminuido. Si bien esto no siempre indica la existencia de un problema, es algo que sí debe indicarse al médico.
La desaparición repentina de los síntomas también puede ser otro motivo de preocupación. Durante el primer trimestre, por ejemplo, la pérdida abrupta de todos los síntomas podrían indicar un aborto espontáneo, incluso aunque no hayan señales de pérdida temprana del embarazo, como calambres o sangrado.
En caso de duda, no dudes en hablar con tu médico o matrona, especialmente si te preocupan los síntomas que tienes (o no) en algún momento de la gestación.