La ciencia descubre el verdadero motivo de las náuseas y vómitos durante el embarazo

Un estudio liderado por la genetista Marlena Fejzo e investigadores de la universidad de Cambridge demuestra por qué hay mujeres que padecen cuadros clínicos graves de náuseas y vómitos en el embarazo.
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Aunque no hayas vivido un embarazo cerca o en tus propias carnes, seguramente hayas oído, por lo menos de refilón, que el primer trimestre es el peor para la mujer a nivel físico y que los vómitos y náuseas son habituales en esta etapa inicial de la gestación. Pero también que estos síntomas pasan, tarde o temprano, como queriendo decir que toca aguantar. Y sí, habitualmente pasan y, a partir del segundo trimestre, van desapareciendo, pero no siempre ocurre. Hay mujeres que padecen estos síntomas mucho más allá del tercer mes del embarazo y otras los padecen de manera grave, lo cual puede tener riesgos importantes para su salud y la del feto.

Esto último le ocurrió hace casi 25 años (en 1999) a la genetista Marlene Fejzo: los vómitos y náuseas derivaron en una condición grave que sufren alrededor del 2% de las mujeres que sufren vómitos y náuseas al principio del embarazo. Se llama hiperémesis gravídica, y lleva tiempo descrito a nivel clínico gracias, entre otras cosas, al trabajo de investigación liderado por la propia Fejzo, que una vez superó su enfermedad y la pérdida del hijo que esperaba a causa de esta, decidió investigar para conocer mejor qué le había pasado porque entonces no la creyeron ni los médicos.

Así lo explica ella misma en distintos reportajes publicados estos días en la prensa a raíz de su último hallazgo: la verdadera razón por la que puede desencadenarse un cuadro grave de vómitos y náuseas en el embarazo. “No podía beber ni comer nada sin vomitar, ni siquiera moverme. [...] El médico me dijo primero que estaba buscando la atención de mi marido, después que estaba buscando la atención de mis padres”, afirma Fejzo en Eldiario.es. ““Es lo normal”, cuenta que le decían en este otro de El País. “¿No estarás exagerando?”, le preguntaban.

Nada de lo que los médicos hicieron para ayudar a la genetista con su embarazo (cuenta en el segundo reportaje citado que la administraron hasta siete medicamentos distintos a la vez) funcionó… porque ni siquiera eran conscientes de que existe una razón científica que explica este problema de salud que puede llegar a ser tan grave como lo fue en el caso de la genetista.

Náuseas en el embarazo

El gran descubrimiento: por qué ocurre

Aunque Marlen Fejzo participó de manera decisiva en investigaciones que ayudaron a descubrir la hiperémesis gravídica, ha sido ahora, en un estudio que se ha prolongado durante dos décadas y que acaba de ser publicado en la revista Nature, cuando ha conseguido, junto a un grupo de investigadores de la universidad de Cambridge, descubrir el verdadero motivo de los cuadros graves de náuseas y vómitos durante el embarazo.

En el 2018, Fejzo y su equipo habían identificado la hormona GDF15 como la gran “culpable” de los dos síntomas tan frecuentes en la etapa inicial de las gestaciones: las náuseas y los vómitos. Esta es generada por el feto a unos niveles que la madre no está acostumbrada.

Su investigación al respecto les llevó a pensar que era la presencia de un nivel elevado de esta hormona en la sangre antes del embarazo lo que estaba vinculado a las náuseas y vómitos, pero han descubierto que la clave es la exposición previa a la misma por parte de la mujer que se queda embarazada. Han descubierto Fejzo y su equipo algo muy relevante: cuanto más bajos de esta hormona eran los niveles antes del embarazo, mayor es el riesgo de desarrollar las citadas náuseas y vómitos. Tanto en los grados más leves como en el más grave, el de la hiperémesis.

Es decir, si una mujer presenta niveles bajos de la hormona GDF15, cuando recibe la gran cantidad de la misma que el feto genera mientras crece en el útero, mayores son las probabilidad de padecer estos síntomas, y de que estos se puedan agravar más o menos. Así lo explica la genetista Marlene Fejzo en una afirmación recogida por El País: “Hemos visto que lo que está pasando es lo contrario de lo que pensábamos: las mujeres que desarrollan hiperémesis tienen un nivel más bajo de la hormona que provoca las náuseas antes del embarazo y eso las hace hipersensibles del subidón que tiene todo el mundo al principio”.

El estudio es concluyente al respecto, tal y como deja constancia en su resumen: “Nuestros hallazgos respaldan un supuesto papel causal del GDF15 de origen fetal en las náuseas y los vómitos del embarazo humano, siendo la sensibilidad materna, al menos en parte determinada por la exposición a la hormona antes del embarazo, una influencia importante en su gravedad”, señalan los investigadores.

Náuseas en el embarazo

Ahora, el siguiente objetivo de Marlen Fejzo y su equipo es encontrar una manera eficaz y segura de poder prevenir las náuseas y los vómitos, sobre todo en los cuadros más graves. “Comprender cómo sucede es un gran hito, pero definitivamente no es el final de la carrera. Necesitamos desarrollar medicamentos y comprobar que funcionan”, concluye la investigadora de la Universidad del Sur de California (USC) en una cita recogida por Eldiario.es.

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