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¿En que consistía la antigua prueba de embarazo de la rana?

Conocer su existencia y cuál era su mecánica da muestras del tremendo avance que supusieron los test de farmacia, la prueba exprés que se puede adquirir en todas las farmacias.

Actualmente es impensable pensar, si quieres saber de forma exprés si estás embarazada o no, en otra cosa que no sea el test rápido que se puede adquirir en cualquier farmacia.  Pero no siempre fue así. Antiguamente, las mujeres tenían que buscarse la vida para saberlo, y muchas veces recurrían a remedios como la conocida como “prueba de la rana”.

Los test rápidos de embarazo reaccionan al detectar en la orina de la mujer un nivel concreto (alto) de la hormona Gonadotropina Coriónica Humana, conocida como hCG, que aparece en la orina de las mujeres que están embarazadas. En unos minutos dan su diagnóstico, altamente fiable, por lo que son un avance del que todavía no somos conscientes del todo.

Para entender lo que supuso su irrupción basta con conocer en qué consistían los tests de embarazo propios de otro tiempo como la mencionada prueba de la rana. Seguramente hayas oído hablar de ellos a tus abuelas o incluso ha llamado tu atención escucharlo en alguna película española de mediados del siglo pasado, sobre todo de los 60. ¿Profundizaste entonces hasta saber en qué consistía?

Así funcionaba

El concepto de la prueba, aunque suene un tanto surrealista de entrada, no se diferenciaba tanto de lo que hacen los test de farmacia contemporáneos. La gran diferencia es que en lugar de la tira reactiva de estos se recurría a una rana.

Descubierta por los investigadores Hogben, Zwarestein y Shapiro en los años 30, fue revisada en 1947 por Galli Mainini, que descubrió que con el sapo se obtenían resultados con mayor rapidez.

El procedimiento era distinto en los dos casos. En la prueba de la rana, se inyectaba en el animal una jeringuilla con orina de la mujer y se esperaba a ver su reacción. Si ovulaba y 24 horas después de la inyección comenzaba a desovar, indicaba que la mujer estaba embarazada. El método era económico y se podía repetir en la misma rana cada 40 días, de ahí que se pusiera de moda.

En el sapo, se inyectaba la orina de la mujer en el saco linfático dorsal del animal y si a las tres horas de la inyección eyaculaba, se consideraba un caso positivo de embarazo.

Numerosas ranas se importaron desde África -se utilizaba una especie común en dicho continente-, pero con el desarrollo de los test de embarazo de laboratorio, se renunció a seguir con las pruebas animales y las ranas fueron liberadas.

La ciencia, años más tarde, vinculó a esta prueba a la quitridiomicosis, una enfermedad muy habitual en los anfibios causada por un hongo letal que se descubrió que estaba presente en muchas de las ranas utilizadas para hacer la famosa prueba de la rana.

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