¿Cómo se elige el método para inducir el parto?
Fundamentalmente, lo que determina el método para inducir el parto que se emplea es el estado del cérvix o cuello del útero. Para conocerlo se usa el test de Bishop.
Palpando el cuello uterino, los tocólogos valoran cinco características que indican si el cérvix está más o menos favorable para el parto:
Además del test de Bishop, el tocólogo valora otras circunstancias como la paridad (si es el primer parto o ya se ha parido alguna vez), si se ha tenido una cesárea anterior o si las membranas de la bolsa de aguas están rotas o no. En función de todo ello, empleará un método u otro para provocar el parto.
Los tres métodos para inducir el parto:
1.- Inducción con prostaglandinas (maduración cervical)
Cuándo se utiliza
- Cuando el cérvix está poco preparado para el parto.
Efecto
- Madura el cuello del útero y lo prepara para la dilatación.
- También produce contracciones.
Cómo se administra
- Directamente en el cuello del útero por medio de un gel intracervical o de una especie de 'tampón' (método que más se usa actualmente).
2.- Inducción con oxitocina (hormona sintética)
Cuándo se utiliza
- Cuando el cérvix está más favorable.
- Después de madurarlo con prostaglandinas para terminar la dilatación.
- Si las prostaglandinas están contraindicadas.
Efecto
- Produce contracciones.
Cómo se administra
- Por vía intravenosa, disuelta en un suero y en pequeñísimas cantidades para evitar los efectos de una posible sobredosificación (que provocaría un exceso de contracciones muy potentes que podrían alterar el bienestar del feto).
- Siempre que se administra oxitocina, la mujer debe estar monitorizada para vigilar la respuesta del útero y del feto.
3.- Rotura de la bolsa amniótica (amniorrexis artificial)
Gema Magdaleno del Rey, matrona del Hospital La Paz, Madrid.