En la recta final del embarazo y durante el proceso de parto, en España se realiza una monitorización a todas las futuras mamás para evitar dificultades. Lo ideal es comenzar a monitorizar a la embarazada en la semana 37 y repetir el proceso de manera semanal hasta la semana 40, que la periodicidad se acorta a 3-4 días, hasta el día del parto.
La monitorización registra el ritmo cardiaco de los bebés y las contracciones del útero materno, para detectar cualquier anomalía. La máquina que se utiliza se llama monitor fetal o cardiotocógrafo (CTG). Es una prueba que dura alrededor de 30 minutos y no existe ningún riesgo para el bebé ni para la madre. Todo lo contrario, ayuda para verificar el bienestar del bebé dentro del útero materno y comprobar que todo marcha como debería y no hay complicación alguna. La única molestia que puede experimentar la madre en ocasiones se debe a la postura que debe adoptar para tener unos datos fiables (debe permanecer tumbada boca arriba). Y lo bueno para ver comprobar mejor todo es que el bebé esté en movimiento para medir y estudiar mucho mejor todos los parámetros que si el bebé esta quieto sin moverse. Por eso se le "molesta" un poco para que se mueva durante esta prueba rutinaria.

Existen dos formas de monitorización: externa e interna
Monitorización externa. Se realiza colocando en el abdomen materno dos sensores sujetos con una faja; uno de ellos recoge el latido fetal y el otro las contracciones del útero. Esta es la más común y en los casos normales de una gestación sin complicaciones, y el con bebé ya colocado correctamente, se suele hacer cuando esa mujer ha cumplido la fecha y ya sale de cuentas.
Monitorización interna. Consiste en aplicar un electrodo en la cabeza del feto que recoge su frecuencia cardiaca y un catéter dentro del útero que registra las contracciones. Solo se puede realizar durante el parto porque es necesario que se haya roto la bolsa de aguas.
Monitorización en los partos de trillizos
En los embarazos triples solo se utiliza la monitorización externa, porque el parto siempre es mediante una cesárea programada por lo que el tipo de monitorización que se hace es esta. Se localiza el latido de cada feto con una ecografía y se coloca en el abdomen de la madre el detector fetal sucesivamente.
Monitorización en los partos de gemelos
En el parto gemelar se puede monitorizar a los dos fetos de forma externa (primero uno y luego el otro sucesivamente) o a uno de forma interna (el que está más abajo, cerca del cérvix) y al otro de forma externa (el que está más arriba), para tener supervisados a los dos fetos simultáneamente durante todo el trabajo de parto.
La monitorización de gemelos también se puede hacer con dos tocos externos al mismo tiempo. De hecho, el aparato separa los registros para que puedas comprobar que no se trata del mismo escuchado dos veces. En los nuevos dispositivos los registros se ven en colores diferentes y el sistema te avisa si cree que son el mismo feto para que cambies el transductor de localización en el abdomen de la gestante.