Distorsiones cognitivas en adolescentes, ¿qué son y cómo podemos ayudarles?
Es importante conocer qué son y cuáles son las más habituales para poder controlar que desaparecen y no se convierten en un problema emocional grave.
La adolescencia es una etapa compleja, como todos los que hemos pasado por ella sabemos aunque no seamos expertos en psicología ni educación o cualquier otro campo relacionado con ella. Una de las cuestiones que se da de forma más habitual en este periodo de la vida son las distorsiones cognitivas, de las que te vamos a contar más a continuación.
Estos pensamientos no están libres de florecer en personas adultas, pero se dan mucho en adolescentes al ser una etapa muy vulnerable a ellos. En la edad adulta la opinión de los demás no nos impacta tanto como en la adolescencia, de ahí que las distorsiones cognitivas se produzcan con mayor frecuencia en personas adolescentes.
Así lo explica la psicóloga infantil Carmen Esteban: “Son pensamientos que todos y todas podemos tener en nuestro día a día. Son automáticos y no podemos evitarlos aunque sí podemos aprender a identificarlos para que cuando aparezcan podamos verlos y analizarlos con perspectiva y dejarlos ir”, cuenta en su perfil divulgativo de Instagram, @mipsicologainfantil.
No es controlable la prevención de que aparezcan las distorsiones cognitivas en los adolescentes. No se puede trabajar en ello como sí puede hacer con otras cuestiones, pero sí se pueden vigilar y seguir para controlar que se van y no se convierten en un problema psicológico que puede llegar a ser grave.
Está más que demostrado que las distorsiones cognitivas pueden ser un agravante de la alteración emocional y por ello es muy importante, como padres, que conozcamos cuáles son más así habituales. Una vez detectadas, será posible trabajar en ellas a través de la comunicación y de todas aquellas vías que sean necesarias y eficaces, incluida la opción de ayuda psicológica externa, para intentar que desaparezcan.
Distorsiones cognitivas más habituales en la adolescencia
Hay estudios que señalan el absolutismo y el tremendismo como las más frecuentes al comienzo de la adolescencia. Y otras señalan, además, que las más típicas son las conductas autosirvientes, como el egocentrismo, o bien las autohumillantes, como la “Personalización, Generalización, Abstracción Selectiva y Catastrofismo”. Así lo señalan los psicólogos Peña y Andreu en este interesante artículo.
Pero de manera concreta y concisa, para no tener que bucear en estudios y artículos científicos, la psicóloga Carmen Esteban ha enumerado y explicado brevemente en su perfil de Instagram cinco distorsiones cognitivas propias de los adolescentes. Son las siguientes:
- Sobregeneralizar. Esto es, sacar conclusiones de una situación determinada. Esteban pone el siguiente ejemplo para ilustrarlo. “Un examen suspendido y pienso que malo soy en mates”.
- Filtraje negativo. Es cuando el adolescente se fija solo en la parte negativa de las cosas. Por ejemplo, dice Carmen Esteban, “Discutir con una persona de tu grupo y pensar que todos son falsos”.
- Interpretación del pensamiento. Asumir que las otras personas piensan mal de ti. “No me ha dicho de quedar, seguro que no lo gusto”, pone como ejemplo de esta distorsión cognitiva la psicóloga.
- “Deberías”. Se produce cuando existen “Creencias inflexibles sobre cómo tendrías que ser generan angustia si no se alcanzan”, explica Carmen Esteban.
- Personalización. Esta distorsión cognitiva es cuando creemos que las acciones externas se deben a nosotros. “Se están riendo de mí seguro”, es uno de los pensamientos habituales en adolescentes relacionados con esta distorsión.
Es fundamental conocer cuáles son y lo que son porque, como concluye la psicóloga Carmen Esteban en su interesante post divulgativo, “aunque no podamos evitar que aparezcan, sí podemos controlar que desaparezcan”.