Drenajes timpánicos

Los drenajes timpánicos son más pequeños que un grano de arroz y tienen forma de diábolo. Esta operación tiene sus defensores y sus detractores.
Drenajes timpánicos

Se habla de otitis serosa cuando se forma mucosidad en el oído medio: estas secreciones dificultan la audición del niño. Y la actual solución para este problema es colocar un drenaje timpánico.

Otitis serosa

La formación de moco en una zona donde tendría que haber solo aire puede tener varias causas: alergias, catarros de repetición, infecciones de oído, etc., que, normalmente unido a una disfunción de la trompa de Eustaquio, generan moco en el oído medio.

Al principio se trata de un líquido claro que con el tiempo se vuelve espeso, incluso gelatinoso. Y puede afectar a la audición en distintos grados.

Como no se manifiesta con dolor, fiebre ni síntomas externos, puede pasar inadvertida durante mucho tiempo. Normalmente es la actitud del niño la que nos alerta y nos hace acudir a un especialista: pone la tele muy alta, a veces no responde cuando se le habla, parece distraído, en el cole no atiende... En la consulta del otorrino, una vez confirmada la presencia de este líquido, una prueba llamada audiometría puede informarnos de cómo ha afectado a la audición del niño.

¿Se cura?

  • La mayoría de las otitis serosas remiten sin tratamiento: el líquido del oído se reabsorbe solo con el tiempo. Ocurre en el 60 por ciento de los casos a los 3 meses y en el 85 por ciento de los casos totales a los 6 meses.
  • Por eso la primera medida es permanecer alerta, sin tratamiento específico.
  • En ese tiempo se busca la causa de la formación de moco tras el tímpano porque si el problema original no se resuelve, ninguna otra medida supondrá una solución definitiva.
  • Si pasados seis meses sigue habiendo moco en el oído, existe la posibilidad de realizar una sencilla operación en la que se introducen los drenajes timpánicos en los oídos. Esta intervención se realiza con anestesia general, y tiene sus defensores y detractores.

¿En qué consiste la operación?

La operación comienza con una punción en el tímpano. Luego el doctor aspira el moco y coloca un tubito diminuto con forma de diábolo (drenaje timpánico) que permitirá durante un tiempo la entrada de aire en el oído medio.

Esto equilibra la presión dentro del oído y hace que el líquido pueda drenarse hacia fuera. El tubito se cae solo en unos meses o un año, durante ese tiempo se puede buscar y tratar la verdadera causa de la formación de mucosidades.

Si esta no se soluciona, el moco volverá a aparecer y, con él, reaparecerán los problemas de audición.

A favor…

  • Los médicos que están a favor defienden que es una buena medida para restaurar la audición del niño mientras se soluciona la causa principal.
  • Según los defensores del drenaje, la primera ventaja es que en los menores de dos años evita que la pérdida auditiva dificulte o retrase la adquisición del lenguaje.
  • Además, el tubito sirve para que esas mucosidades no se solidifiquen ni den lugar a otros problemas que se podrían derivar de ello.
  • Entre sus ventajas inmediatas encontramos que el fluido del oído medio desaparece enseguida y el oído recupera pronto su normalidad.

En contra…

Por lo tanto, como podemos ver, no hay un remedio ideal, sino una solución individual, dependiendo de cada niño. Hablemos con el médico y decidamos con él la mejor estrategia para nuestro hijo.


Asesor: Dr. F. Hernández, jefe de sección de Otorrinolaringología del hospital Materno Infantil de Málaga.

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