Educar no es fácil y la maternidad y la paternidad tampoco. Sabemos que la comunicación es muy importante para que la relación familiar y el vínculo con los hijos sea mayor, sin embargo, a veces no sabemos muy bien qué decir o cómo apoyar o ayudar a los niños. La empatía y el amor son claves.
Hay que partir de la base de que no existen los padres perfectos y son necesarias. Lo cierto es que la comunicación es muy importante y saber más o menos qué lenguaje beneficia y qué expresiones perjudican es, desde luego, de gran ayuda. Todos aprendemos algo cada días y en la crianza, sin duda, el aprendizaje es constante.
Hay frases y palabras que los niños necesita escuchar de sus padres, es importante que estén presentes en su núcleo familiar porque tienen un efecto más importante del que podemos pensar en su desarrollo madurativo y emocional. El apoyo, el cariño, la confianza, la autonomía... son claves para los niños y el lenguaje y la comunicación son herramientas que ayudan a impulsarlos. Un niño necesita escuchar de sus padres un "te quiero", necesita sentir que confían en él, necesita que le animen a esforzarse, a intentar hacer cosas, es básico que se sienta estimulado, escuchado, apoyado, querido y seguro. Los adultos tenemos una gran influencia en la autoestima de los niños y las palabras que elegimos para comunicarnos con ellos son una llave fundamental para reforzar su autoestima.
A continuación hablamos de las frases que todo niño debe escuchar de sus padres.
Te quiero
Los niños deben sentirse amados. Es importante que los padres demuestren a los hijos que les quieren y verbalizar es clave. A mucha gente le cuesta, pero si queremos que los niños expresen sus sentimientos y emociones debemos dar ejemplo.

Estoy aquí para ayudarte
Es fundamental que los niños se sientan apoyados por sus padres y que sepan que pueden recurrir a ellos siempre que tengan un problema. Si aprenden esto desde la infancia será más fácil que cuenten con nosotros a medida que vayan creciendo.

Estoy orgullos@ de ti
A todos nos gusta escuchar que alguien se siente orgulloso de nosotros y más si es alguien que para nosotros es importante. Los padres son referentes para los hijos, por eso, es fundamental para su autoestima escuchar este tipo de frases.

Cuéntame qué te pasa, te escucho
No podemos pretender que los niños nos cuenten cómo se sienten, qué les ha pasado, que cuenten con nosotros y busquen nuestra ayuda si no les hacemos sentir que nos importa lo que les sucede y si no nos mostramos cercanos y accesibles para que se expresen libremente.

¿Me perdonas?
Todos nos equivocamos alguna vez, perdemos la paciencia, decimos algo que no debemos o hablamos en un tono poco acertado, somos humanos. No pasa nada porque esto nos suceda alguna vez, pero lo importante es saber reconocer que nos hemos equivocado y pedir perdón a los hijos cuando hemos perdido la paciencia es fundamental. Si damos ejemplo, ellos también serán capaces de analizarse y de pedir perdón cuando hayan actuado mal.

¡Lo has hecho muy bien!
Los niños necesitan que les ayudemos a reforzar su autoestima. Se están desarrollando, están experimentando muchas cosas nuevas y necesitan reafirmarse y sentirse seguros. Si les apoyamos y reconocemos sus logros, estarán más motivados y será para ellos más gratificante intentar nuevos retos.

¡Tú puedes hacerlo!
Es básico transmitir a los niños seguridad y confianza. Si les demostramos que confiamos en ellos y les motivamos a intentar hacer cosas nuevas les estamos enseñando una gran lección: las cosas no siempre son fáciles, pero esforzarse y trabajar por conseguirlo es gratificante.

Sé tú mismo
Cada niño es único y especial y tiene que ser tal y como es. Es fundamental ayudar a que los niños se acepten a sí mismos, se quieran, se conozcan y se respeten.

Inténtalo, lo acabarás consiguiendo
El valor del esfuerzo es muy importante a lo largo de toda la vida, por eso es esencial asentarlo desde la infancia. Esforzarse y trabajar para conseguir las cosas lleva a alcanzar pequeños y grandes logros.

Entiendo cómo te sientes
La empatía debe estar muy presente en la relación con los niños. Debemos tratar de ponernos en su lugar y de entender que un problema que para nosotros puede ser una nimiedad para ellos, en el punto de desarrollo madurativo en el que se encuentran, puede ser una gran preocupación. Si les demostramos que somos capaces de entenderles y de apoyarles la comunicación y la confianza será mayor.
