Ser Padres

Mi hijo/a se toca demasiado, ¿es normal?

La masturbación infantil existe y es más habitual de lo que parece porque se da en un tercio de los niños, aproximadamente, alrededor de los dos años y medio.

Los recién nacidos utilizan las manos y la boca para descubrir su propio cuerpo igual que lo hacen con todo aquello que les rodea en cuanto su autonomía y su desarrollo psicomotor les permite coger objetos. Pero, aunque es normal que se toquen, que descubran, a muchos padres y madres les preocupa que en un momento determinado de su desarrollo, a partir del año de vida generalmente, su hijo se toca mucho sus genitales.

Si a ti te ocurre, debes saber que, salvo excepciones muy concretas, es relativamente habitual la masturbación infantil cuando los pequeños descubren lo que se esconde debajo del pañal y, ante el interés natural que les suscita su cuerpo, lo toquen a menudo. Según la Asociación Española de Pediatría, “es algo más que la inspección normal de los genitales que realizan casi todos los niños en el baño, que puede comenzar cuando el niño es capaz de agarrar objetos (5-6 meses) y que es muy frecuente hacia los 2 años de edad”.

En realidad, esta conducta no sorprende tanto si nos fijamos en lo que ocurre cuando son muy pequeños todavía. Desde los primeros meses de vida, con los puños de la mano y poco después con los pies, que son uno de sus entretenimientos favoritos durante un período de su primer año de vida. Seguro que recuerdas cuando lo hacía porque es alucinante la facilidad con la que pueden meterse el pie en la boca, ¿verdad?

Pues lo que ocurre poco después con sus partes íntimas es exactamente lo mismo: las descubren y las exploran porque les gusta hacerlo. Y algunos de ellos, alrededor de un tercio según la AEP, se masturbanen público. Así puede desde los dos años y medio aproximadamente hasta los 5 o 6 años de edad. “En esta edad en la que ellos empiezan a ser más reservados y si lo hacen, lo harán en la intimidad”, explica la pediatra Lucía Bertrand. Posteriormente, con el paso a la adolescencia, la masturbación es un fenómeno extendido.

Masturbación infantil

Hasta ese momento, cuando los peques empiezan a tocarse, lo pueden hacer de manera muy escandalosa visto desde el prisma de un adulto. “Los más pequeños frotan sus muslos uno contra otro, con movimientos rítmicos de las caderas cuando está bocarriba o moviéndose sobre las manos o las rodillas cuando están bocabajo”, expone la AEP. “Un poco más tarde pueden aprender a frotarse contra algún muñeco, el brazo de un sillón, etcétera”, añade.

Pueden hacerlo entre varias veces al día o una vez a la semana, y ocurre en pequeños de ambos sexos, sobre  cuando “están aburridos, viendo la tele, a la hora de acostarse o en épocas de estrés”, dice Lucía Bertrand, que hace hincapié en que no hay de qué preocuparse porque, entre otros argumentos, no hay más consecuencias que que “el propio placer que experimenta el niño o niña”. “No interferirá con su desarrollo, ni con su inclinación sexual”, añade la pediatra.

¿Cómo actuar?

En vez de recriminarle que lo haga, cuando esto ocurra en público, lo recomendable es explicarles de forma sencilla y natural que no deben hacerlo delante de los demás por equis motivos, y se los explicáis. Además, les podéis preguntar y también es bueno que dejéis que ellos lo hagan si así lo requieren, pero no les riñáis, y menos si son pequeños y es de las primeras veces que lo hace.

Más allá de esto, siempre podéis consultarlo con vuestro pediatra para que os dé una visión de primera mano y os tranquilice al respecto porque aunque son contadas las ocasiones en las que los tocamientos de sus partes íntimas están relacionadas con algo que no sea la experimentación, cabe la posibilidad de que pueda estar relacionado con causas como el estrés, por ejemplo.

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