Hay personas que no celebran el cumpleaños propio ni el de los demás, pero en realidad es una tradición muy importante para cualquier persona. Tanto para celebrar la vida como para compartir momentos con los que más queremos y nos quieren.
Si eres madre o padre, es importante que celebres siempre el cumpleaños de tus hijos, porque ellos necesitan que se les demuestre cada año lo importantes que son para ti y para los demás. Los aniversarios no tienen que ser extravagantes ni hay que montar la fiesta más elaborada del mundo, lo que importa es que se sientan protagonistas y disfruten de ese día todo lo que puedan. No te pierdas estas razones por las que nunca debes dejar de celebrar el cumpleaños de tu hijo, tenga la edad que tenga.
No es necesario celebrar el cumpleaños con una gran fiesta, lo que importa es que ese día se puedan soplar las velas y pedir un deseo, que se disfrute en compañía de los seres queridos. Es un día especial y así se debe sentir el protagonista.
Por qué celebrar los cumpleaños (y otras fechas importantes)
Mejora la autoestima
Celebrar el día del cumpleaños hace que el cumpleañero pueda tener una autoestima más fuerte, su identidad se forma en compañía de sus seres queridos porque se da cuenta de lo importante que es para los demás. Todas las personas que le quieren estarán a su alrededor cantándole su cumpleaños feliz para que después, sople sus velas y se aplauda. Un aplauso que significa el amor que sienten por la persona que nació ese mismo día años atrás.
Es una tradición familiar
Para todas las personas del mundo, tener tradiciones familiares y estar en conexión con los seres queridos es lo más importante que hay. Por eso, una fiesta de cumpleaños (o celebrar fechas importantes) es una tradición que se realiza para poder disfrutar y celebrar el día en que un ser querido ha nacido. Son tradiciones que nunca pasarán de moda y que se podrán celebrar año tras año.
Existen muchas formas de celebrar un cumpleaños
Los niños, cuando crecen sabiendo que hay muchas formas diferentes de celebrar un cumpleaños y que todas ellas son importantes, les hará ser personas más flexibles y resilientes. Una fiesta de cumpleaños puede ser una celebración en casa con un pastel, salir a comer a un restaurante, celebrarlo con amigos o con la familia únicamente, o incluso hacer un viaje. La forma de celebración dependerá del cumpleañero y de los intereses que tenga… ¡siendo siempre el protagonista!
Lo maravilloso de todo esto, es que cuando esos niños crezcan y vean de mayores todas las fotos de sus cumpleaños, tendrá preciosos recuerdos plasmados en papel que le habrán ayudado a ser quién es, a tener una identidad y a crear recuerdos junto su familia.
