Cómo saber si nuestro hijo tiene alergia a los frutos secos
En muchas ocasiones, una alergia alimentaria es descubierta de improviso, cuando el niño come algún alimento concreto y, de repente, comienzan a aparecer algunos síntomas alarmantes. En esta ocasión descubrimos cómo descubrir si nuestro hijo tiene alergia a los frutos secos.
Muchos padres se preguntan si los síntomas que puede tener su hijo/a en un determinado momento pueden indicar la presencia o no de una reacción alérgica. Algo que puede ser muy alarmante, ya que las reacciones alérgicas a los frutos secos, por ejemplo, suelen ser especialmente aterradoras porque todos hemos escuchado historias de niños que han tenido reacciones alérgicas graves, o incluso fatales, a los frutos secos.
Si nuestro hijo/a de diez meses acaba de tener urticaria después de comer un dulce con mantequilla de cacahuetes, o nuestro hijo de dos años no ha tenido -hasta el momento- ninguna reacción alérgica a los alimentos, pero después de comerse una tostada de aceite de oliva con nueces se ha acercado a nosotros llorando y diciendo que “le pica la boca”, es normal que nos preguntemos si esos síntomas pueden estar, o no, asociados con una posible reacción alérgica.
Lo que deben saber los padres es que es necesario comprender qué buscar cuando se trata de los síntomas de alergia a los frutos secos en los niños. Y, lo más importante, qué hacer si nuestro hijo/a presenta signos de una reacción alérgica.
La alergia a los frutos secos
Es fundamental entender que los “frutos secos” son en realidad un término bastante amplio, dentro de los cuales en realidad podemos mencionar dos categorías distintas de frutos secos a las que un niño podría ser alérgico.
La primera categoría son los cacahuetes. Y es que, ¿sabías que, en realidad, no son frutos secos, sino legumbres? Exacto, pertenecen a la misma familia de las lentejas o los guisantes. La segunda categoría son los frutos secos de árbol, que incluyen: nueces, avellanas, anacardos, almendras, nueces de macadamia, nueces de Brasil, anacardos y pistachos.
Lo cierto es que tanto los cacahuetes como los frutos secos en general se encuentran entre los ocho alimentos alergénicos más comunes. Y es que, junto con el pescado y el marisco, tanto los cacahuetes como los frutos secos son los alérgenos que tienen más probabilidades de causar las reacciones alérgicas más graves. Y, entre ellas, las alergias a los cacahuetes son las más frecuentes.
¿Cuánto tiempo puede tardar en aparecer los síntomas de una reacción alérgica después de que el niño haya comido frutos secos?
Cuando pensamos en alergias, sobre todo en alergias causadas por alimentos, solemos creer que aparecerá inmediatamente una reacción al alérgeno. Pero aunque es cierto que muchas reacciones alérgicas surgen de repente, algunas pueden aparecer de forma más gradual.
Como señalan los expertos, una reacción alérgica a los alimentos ocurre entre minutos y dos horas después de la exposición. Y el momento de la reacción alérgica a menudo se corresponde con la gravedad de la reacción.
De hecho, las reacciones alérgicas más preocupantes son aquellas que ocurren casi de manera inmediata, desde unos pocos minutos hasta una hora.
¿Cuáles son los síntomas más comunes?

Alergias a los frutos secos
Los síntomas varían de un niño a otro, y también pueden depender del tipo de fruto seco y la gravedad de la alergia. Por este motivo, existe una amplia gama de síntomas, que pueden ser de leves a moderados y graves. Además, suelen variar en función de la edad que tenga el niño.
En bebés y niños pequeños los síntomas más comunes suelen ser urticaria y / o vómitos. Mientras que, en el caso de los niños mayores, suelen ser más numerosos: dificultad para respirar, sibilancias, hinchazón y anafilaxia (reacción alérgica grave, que en ocasiones puede ser mortal).
También existen otros signos que pueden surgir, como: secreción nasal, tos, picazón y estornudos.
Pruebas de alergia a los frutos secos
Si tenemos alguna preocupación por posibles reacciones a los frutos secos, es imprescindible consultar al pediatra, quien posiblemente nos derive al alergólogo. Después de que tome un historial detallado sobre las experiencias alérgicas de nuestro hijo, incluyendo exposiciones previas y posibles reacciones, lo más probable es que realice una serie de pruebas útiles para comprender mejor las alergias.
Esto incluirá pruebas cutáneas y análisis de sangre. Mientras que, durante la prueba cutánea, se expone la piel a una pequeña cantidad del alérgeno, pinchando la piel con una aguja y, luego, se buscan reacciones, en el caso del análisis de sangre mide la respuesta inmunitaria del niño a aquellos alimentos a los que se sospecha que puede ser alérgico, verificando la cantidad de anticuerpos de inmunoglobulina E (IgE) presente en su sangre.
En caso de confirmarse el diagnóstico, el tratamiento de las alergias a los frutos secos del niño implica evitar el consumo de todos aquellos alimentos a los que sea alérgico. Algo que no suele ser tan fácil, porque muchas comidas y alimentos envasados pueden contenerlos. De ahí que sea esencial revisar muy bien las etiquetas de todos los alimentos que vaya a consumir el niño.