Una niña de 11 meses muere tras ingerir aceite de alcanfor
Este es uno de todos los peligros que supone el uso de aceite de alcanfor en niños. Está totalmente desaconsejado y te explicamos por qué.
Cuando nuestros pequeños tienen tos, cualquier remedio que se nos ocurre es bueno para intentar aliviarla. A fin de cuentas, lo único que queremos es verle sano y fuerte. Pero, en ocasiones (y tirando de refranero) “es peor el remedio que la enfermedad”. Y por eso, hoy queremos contaros una noticia, con dramático desenlace.
La pequeña Leila Landim es el claro ejemplo de ello. Esta niña de once meses estuvo nueve días en cuidados intensivos, tras los que murió a consecuencia de la ingestión del aceite de alcanfor que sus padres habían puesto sobre su pecho para calmarla la tos.
Después de la muerte, su madre, Jessica de 23 años, ha querido compartir un montón de fotos de su pequeña junto a una descripción de todo lo vivido con el fin de alertar a otros padres sobre el uso y los peligros de este aceite.
En este caso, la pequeña alcanzó el aceite que sus padres habían dejado sobre el cabecero de la cama y se lo derramó por todo el cuerpo llegando al punto de ingerirlo.
Los síntomas fueron rápidos: tal y como comenta su madre, comenzó a toser sin parar, teniendo pequeñas convulsiones y, además, sus labios comenzaron a adquirir un tono azulado debido a la falta de aire. Su madre acudió rápido al hospital donde ha estado ingresada nueve días hasta que no ha podido luchar más por su vida.
¿Qué es el aceite de alcanfor?
El aceite de alcanfor es un componente muy famoso (como Vicks Vaporub) de diversos productos que se usan, entre otras cosas, para calmar la tos de los pequeños debido al muy fuerte aroma que desprende. No se recomienda en menores de dos años ni en personas que sufren epilepsia. ¿El motivo? A parte de todas las fatales consecuencias que se pueden desencadenar si se ingiere, puede producir convulsiones a algunas personas y, además, crisis respiratorias.
¿Qué opinan los pediatras sobre el aceite de alcanfor?
Tal y como explica la mamá y pediatra Amalia Arce, este tipo de aceite está totalmente desaconsejado en niños. No es apto para aplicar bajo ningún concepto en ninguna parte del cuerpo.
“El alcanfor ha sido utilizado históricamente como afrodisíaco, anticonceptivo, abortivo, supresor de la lactancia, estimulante del sistema nervioso, remedio para el resfriado (por aplicación en el tórax o mediante vaporización), como linimento para dolores musculares, antipruriginoso, repelente de insectos y roedores, etc. A pesar de que en 1983 en EEUU la Food and Drug Administration retiró muchos preparados de alcanfor y limitó la concentración de este a un máximo del 11% en las distintas presentaciones, han continuado produciéndose intoxicaciones de diversa gravedad. En el Vademécum Internacional existen numerosas presentaciones que contienen alcanfor, sobre todo en forma de alcohol alcanforado, linimento y como remedios para el resfriado en parches o bálsamos, algunos de ellos muy populares. Además, con toda probabilidad, se pueda conseguir esta sustancia en droguerías, herboristerías, tiendas de “todo a cien” y, por supuesto, a través de Internet. Así pues, aunque el uso de este tipo de preparados es desaconsejado por los pediatras desde hace años porque evidentemente no compensa el riesgo con los más que dudosos beneficios, es probable que nos encontremos todavía con algún caso de intoxicación por alcanfor.”